El fiscal pide penas máximas para una gran red de distribución de droga

Mientras atendía a sus clientes como propietario de un concesionario de Tui, José González Rolán, de 48 años, supuestamente dirigía uno de los grupos más importantes dedicados a la distribución de estupefacientes, principalmente heroína y cocaína, desmantelado en noviembre de 2011. La fiscalía acaba de solicitar para él una condena de 16 años de prisión y multa de cuatro millones de euros tras una investigación dirigida por la Guardia Civil. Utilizando métodos de máxima seguridad y disciplina para atender a sus clientes, Rolán trabajaba con Manuel Jorge Da Silva, de 59 años, de nacionalidad portuguesa y con antecedentes penales, encargado supuestamente de contactar con los clientes, y con un sobrino, Roberto González Domínguez, de 34 años, que está acusado de ser el repartidor del grupo. Ambos se enfrentan a nueve y ocho años de prisión y multa de dos millones de euros cada uno.

Según el fiscal, el empresario se encargaba de negociar la adquisición de grandes cantidades de sustancias estupefacientes con otras organizaciones criminales suministradoras, decidía los precios de venta, elegía los clientes y dirigía las operaciones de entrega de la droga en los negocios que él cerraba personalmente. Los procesados operaban con otras personas que no han podido ser identificadas en esta investigación, integrando una organización criminal que tenía como finalidad el tráfico de heroína y cocaína en el sur de la provincia de Pontevedra y el norte de Portugal, sostiene la acusación. Para ello, González Rolán había creado una estructura jerarquizada y con un preciso reparto de funciones entre sus subordinados.

Para el éxito de las operaciones de compraventa de heroína, la organización desplegaba unas estrictas y complejas medidas de seguridad, como líneas telefónicas portuguesas para evitar su intervención judicial en España, que cambiaban continuamente. Además, utilizaban números concretos para las comunicaciones con cada cliente y en las conversaciones telefónicas siempre se empleaba un lenguaje críptico.

En el momento de la detención y registros domiciliarios los agentes de incautaron de 66 teléfonos y 18 vehículos casi todos de alta gama como Porsche, BMW, Mercedes, Saab o Audi, que cambiaban continuamente para evitar los controles policiales. Para el almacenamiento de la droga utilizaban la vivienda de familiares, como la de la madre de González Rolán, donde fue descubierto un zulo disimulado bajo el estiércol de animales en Carregal de Abaixo, Tomiño. El día 28 de noviembre de 2011, la Guardia Civil detectó la entrega de dos kilos de heroína y otros tantos de cocaína en una pista forestal de Gondomar y al día siguiente otra de casi un kilo de heroína. La operación permitió detener a los tres implicados y hallar el zulo y un fajo de billetes de 14.350 euros.