En la ciudad no todo es ruido
Un proyecto cultural recoge la memoria musical de un barrio coruñés
Las ciudades tienen sonidos, además del obvio del tráfico. En algunas son las sirenas las fábricas, de los barcos, el graznido de las gaviotas o el marcaje implacable de las campanas de las iglesias. Y también es el acervo común de las canciones y de los cantores. Un mapa sonoro del que forman parte frases y expresiones, las sintonías de las emisoras locales y las cuñas publicitarias que emitían. Memoria en branco: memoria da Agra do Orzán, la iniciativa que se presentó ayer en A Coruña,es una intervención urbana que pretende investigar, documentar y explorar el patrimonio y la memoria musical de este denso barrio coruñés (un metro de espacio público por cada tres habitantes), el barrio emigrante por excelencia, que en los años 60 se llenó de vecinos de Bergantiños y la Costa da Morte, y ahora cuenta entre sus casi 30.000 habitantes (más del 11% del censo de la ciudad) 800 familias senegalesas.
La presentación fue una barriografía. Un programa de radio itinerante a bordo de un bus de la línea 7 que une Monte Alto, el barrio de la Torre de Hércules, y el Agra, conducido por alguien que hizo también ese recorrido vital-geográfico, Xurxo Souto, el escritor y músico fundador de Os Diplomáticos de Monte Alto. Otro coruñés que bajó de Monte Alto para después subir al Agra, pero muchos años antes, Ángel Campos iba señalando el recorrido con canciones populares -“Si pasas por Panaderas/ sigue de largo e non pares / que hai peste de vertedeiro / no calexón de Tabares” - acompañado a la guitarra de otro diplomático, Mangüi Martín. “Es muy divertido y está muy bien que se hagan estas cosas para que las canciones no se pierdan”, dicen Giovanni Paz, de 17 años, y Ana Barreira, de 15, que no salen de su asombro, y a los que no les suena de nada Souto ni Os Diplomáticos. En el asiento de atrás, a Ana Rey, una administrativa en paro que va a la Escuela de Idiomas y a su compañera, sí les suenan Xurxo y el desgrane de antiguas zonas que está haciendo –Corea, Katanga, Uralita City,…- y les resucita recuerdos de admoniciones maternas: “no ir allí, que es peligroso”. Al contrario que a dos señoras de edad, entrevistadas por Xurxo, que casi discuten por un quítame allá ese sonido. “Al barrio de los marineros le llamaban el de las zocas por el ruido que hacían con ellas”, dice una. “Pues yo nací allí y es la primera vez que oigo tal cosa”, desmiente la otra.
La barriografía de la línea 7 es la primera de las nueve que realizará el excantante de Diplomáticos. Nueve programas de radio de una a dos horas, que se realizarán en la Rúa Barcelona –el eje comercial y espacio de convivencia, peatonalizado no hace mucho-, la Adega A Grade –uno de los templos de la canción de tasca-, el Club de Chave de Os Mariñeiros, el Centro Cívico de A Silva, el lugar de nacimiento de Pucho Boedo… “La ciudad es también un palimpsesto sonoro, en el que se superponen unas capas sobre otras. A la música de nombres de lugares ya perdidos, como As Bouzas, Os Rancheiros, A Pichiqueira se suman las canciones de los emigrantes de los 70, de los grupos heavys o de rock que grabaron o ensayaron en los sótanos”, señaló Xurxo Souto, ya apeado del bus, en la presentación oficial del proyecto en el Centro Social Ágora. “Es un diálogo con la sociedad a través del sonido y de la música”, según la teniente de alcalde responsable de cultura, Ana Fernández.
Música en branco: memoria sonora da Agra do Orzán es una iniciativa desarrollada por Sinsalaudio para la concejalía de Cultura, dentro del Plan Urbana-C de Regeneración Urbana gestionado con fondos Feder. “Más que actividades lúdicas, que están bien, pero tienen un carácter efímero, hemos optado por otra línea de trabajo más adecuada a estos tiempos de crisis, la exploración y puesta en valor del patrimonio inmaterial sonoro, del valor comunicativo de la música y de su capacidad para generar un tejido común”, señaló Julio Gómez, responsable de Sinsalaudio. Desde el pasado mes de diciembre se ha realizado una fase de investigación, con entrevistas personales –su vida, su percepción del barrio, su relación con la música,…- y recogida de fuentes bibliográficas y documentales. En esta segunda etapa se han desarrollado, además de las barriografías, otras siete iniciativas.
Paseos por el barrio es un taller de senderismo urbano, desarrollado por el colectivo Yes I Can Tree, que trata de diseñar de forma colectiva paseos por antiguos caminos rurales o vías al margen de las grandes calles. Cada ruta dispondrá de una audioguía que irá detallando de historias de cada zona y proporcionando información paisajística, arquitectónica o urbanística. Las audioguías de todo el barrio, con los sonidos y canciones que se generen con el proyecto, disponibles de forma gratuita para cualquiera que las quiera descargar en su teléfono móvil, serán el objeto de Notours. Habra también un Contenedor de feminismos e Intervención en las aulas y una convocatoria pública de Microproyectos de Intervención Cultural (dotados con 2.000 a 3.000 euros). La herramienta aglutinadora de todas las actividades será el Mapa sonoro y musical del barrio, que funcionará como archivo de todo el material producido en el proyecto, y de todas las historias, desde los grupos que ensayaron hasta los discos que se editaron en el Agra.
Al final, se supone que en octubre, la actividad final será la Exposición Sonora: una muestra articulada sobre los sonidos, música y memoria recogida y gravada a lo largo de todo un año. Si, como citó Souto a Agustín Fernández Paz, “a cidade é un libro que se le camiñando”, Agra do Orzán será un barrio que se conocerá escuchando.
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