El Molino renegocia su deuda
Los trabajadores admiten una reducción de jornada de hasta un 25%
“El Molino no cierra”. Elvira Vázquez, la propietaria del teatro compareció ayer escoltada por los artistas del cabaré y arropada por entidades y restauradores del Paral·lel, admitiendo que la situación económica es delicada y que están renegociando la deuda dentro del procedimiento de concurso de acreedores con voluntad de continuidad que han presentado en el juzgado. Reconoció que la deuda principal es con el Banco Sabadell: 7.800.000 euros pendiente de la hipoteca, además de 107.000 en salarios retrasados —dos meses de la plantilla de 22 personas— y 180.000 a Hacienda. Fuentes municipales explicaron que el Ayuntamiento había intervenido en el proceso de negociación entablado entre Ociopuro —la empresa del Molino— con el Banco Sabadell.
Dentro del plan de viabilidad, la empresa prevé reducir la jornada laboral un 25% y el salario de un máximo de seis empleados. “No es verdad que tengamos una deuda de 15 millones y que vayamos a cerrar. Estamos buscando otras fuentes de ingresos”, continuó Vázquez. Una de ellas es cerrar convenios con otros empresarios del espectáculo —que no precisó— para ingresar más. Uno de esos acuerdos recientes es con un promotor que explota la sala los sábados de madrugada cuando se convierte en discoteca. De hecho, las salas del Molino se alquilan. Lograr más público entre los turistas y mejorar la oferta gastronómica del local son otros dos objetivos para mejorar las cuentas. La facturación del Molino en el primer año entero de funcionamiento —en 2011— fue de 1.800.000 euros y en 2012 cayó a 825.000. “Para 2013 nos hemos propuesto llegar al 70% del resultado de hace dos años”, apuntó la propietaria.
Las entidades presentes en la fundación Fem Paral·lel reivindican la importancia del Molino en la anhelada transformación de la avenida barcelonesa: “Sería una barbaridad que desapareciera”, concluyeron tanto el restaurador Isidre, de Cal Isidre —muy vinculado al mundo del espectáculo— , y el de Tickets, el tapas-bar que abrió Ferran Adrià.
Los fondos del Museo de las Culturas
La decisión del Ayuntamiento de Barcelona de destinar 11 millones de euros al Museo de las Culturas del Mundo y otros 12 al castillo de Montjuïc está provocando polémica. El grupo municipal socialista pedirá, en la comisión de cultura, que el Consistorio suprima la partida del Museo de las Culturas y reduzca la del castillo por considerarlas desorbitadas y necesarias, por contra, para otros equipamientos, como la sala Beckett —que debe buscar otro local por sentencia—, el Teatre Arnau, Can Batlló o subvenciones para la creación de espacios culturales. Ambas partidas proceden de la Diputación de Barcelona dentro del Plan de Red de Gobiernos Locales 2012-2015. El regidor de Cultura, Jaume Ciurana, defendió ayer asignar esos fondos a ambos equipamientos porque suponen la rehabilitación de dos palacios frente al Museo Picasso —donde se ubicará el Museo de las Culturas— y continuar con un plan de inversiones importantes para poner en forma el castillo de Montjuïc.
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