El descuartizador de Sant Pere pide perdón, pero dice que solo se defendió

Me quiero dirigir a la familia para pedirles disculpas, me arrepiento de lo que sucedió”, lanzó ayer en el último día de juicio Daniel Imandt, el hombre acusado de matar y descuartizar a su expareja en Sant Pere Pescador (Alt Empordà) en septiembre de 2010. Pero a continuación matizó: “En ningún caso quise quitarle la vida a Sabrina, lo único que hice fue defenderme”. Un jurado popular deberá decidir si la muerte de la mujer fue un asesinato —que implica premeditación y como mantiene el fiscal—, o un homicidio, como solicita el abogado de la defensa.

El jurado pudo ver ayer unas imágenes en las que se percibe cómo Imandt, de nacionalidad belga, golpeó a la víctima en repetidas ocasiones hasta que se percató de que las cámaras de la vivienda —propiedad de sus padres— lo estaban grabando y procedió a desconectarlas.

La mujer presentaba hasta 89 lesiones, entre hematomas y heridas. Después de matarla, Imandt troceó el cadáver y lo guardó en varias bolsas en el congelador. Después, fue a buscar al jardinero de la casa y le mostró lo que había hecho.

El fiscal del caso solicita 22 años y cuatro meses de cárcel para el acusado por los delitos de asesinato, profanación de cadáver y lesiones psíquicas. Pide también que se apliquen los agravantes de parentesco y abuso de superioridad. La acusación que ejerce la familia de la víctima aumenta su solicitud a 25 años de cárcel al considerar que hubo ensañamiento y alevosía, mientras que la del jardinero que denunció los hechos a la policía reclama 11 años de cárcel por lesiones psíquicas, amenazas y coacciones.

El fiscal solicita también 180.000 euros de indemnización para los padres de la mujer, 50.000 euros para el hermano y 12.000 para el jardinero. El abogado de la defensa, Carles Monguilod, pidió ayer que se le aplique la pena mínima por homicidio.