La Ley de Costas permitirá prorrogar las concesiones a los chiringuitos
El permiso de los locales de la Malva-rosa en Valencia expira en junio
La reforma de la Ley de Costas permitirá prorrogar todas las concesiones existentes amparadas por la actual legislación, lo que incluye a los restaurantes y chiringuitos de las playas de la Malva-rosa, Las Arenas, Pinedo y El Saler, en la ciudad de Valencia.
Así lo ha anunciado hoy la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Paula Sánchez de León, en una reunión mantenida con la concejal de Playas de Valencia, Lourdes Bernal, según un comunicado de la Delegación del Gobierno.
En el caso concreto de la ciudad de Valencia, Sánchez de León ha afirmado que los primeros beneficiados por la reforma serán los 14 restaurantes ubicados en la playa de la Malva-rosa, puesto que su concesión vence el próximo mes de junio, además de los establecimientos de las playas de Las Arenas, Pinedo y El Saler.
"Con esta actuación, el Gobierno actual, a través del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente da por cumplida una demanda que el sector viene reivindicando desde el año 2009", ha señalado la delegada del Gobierno.
El artículo 2 de la ley, sobre la prórroga de las concesiones otorgadas al amparo de la normativa anterior, establece que las concesiones para la ocupación del dominio público marítimo-terrestre existentes, que hayan sido otorgadas antes de la entrada en vigor de la presente ley, podrán ser prolongadas, a instancia de su titular.
Sánchez de León ha recordado que la aprobación definitiva de la nueva normativa está previsto que se produzca el próximo 9 de mayo.
La delegada del Gobierno ha destacado que la reforma de la Ley de Costas "trata de mejorar la seguridad jurídica de los prestadores de servicios y de facilitar sus actividades, especialmente del sector de la hostelería, haciéndolo compatible con la conservación del medio ambiente".
La Generalitat y el Ayuntamiento de Valencia protagonizaron un largo enfrentamiento con el anterior Gobierno socialista a cuenta del tamaño de las terrazas de los chiringuitos, que excedían en muchos casos los metros cuadrados de la concesión. Los locales de la Malva-rosa acabaron cumpliendo con la norma y redujeron sus terrazas, pero no así el resto de establecimientos playeros. Con el cambio de gobierno, los hosteleros de la Malva-rosa presentaron un proyecto de remodelación para recuperar los metros de terraza desmontados.
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