Un detenido en Alcarràs por matar a su esposa y a un conocido

Un hombre de 34 años fue detenido a primera hora de la tarde de ayer en Alcarràs (Segrià), tras matar a hachazos a su esposa en el domicilio conyugal y, poco después, a un hombre en un bar del pueblo. El agresor quitó la vida a la mujer minutos antes de las tres de la tarde en presencia de las dos hijas de la pareja, de 1 y 6 años de edad. El Ministerio de Sanidad confirma que la mujer había presentado tres denuncias previas por violencia de género, pero las había retirado con posterioridad.

Fue la Policía Local de Alcarràs la que detuvo al presunto homicida poco antes de la llegada de los Mossos d’Esquadra, que se lo encontraron ya esposado y confesando los hechos. El agresor y las dos víctimas son de origen marroquí. La policía catalana investiga las circunstancias del doble crimen y, aunque todavía ayer no se conocía la secuencia de los hechos, las primeras líneas de investigación apuntan a un caso de violencia machista. Según un familiar de la víctima, el agresor estaba obsesionado con una supuesta amistad entre los dos fallecidos

Las primeras pesquisas indican que el hombre mató con el hacha primero a su esposa en la vivienda de la pareja, situada en el número 11 de la calle del Doctor Barraquer, y posteriormente se dirigió al bar Casanova, situado en la plaza de la Iglesia, a unos 200 metros, donde acabó con la vida de un compatriota.

El Ayuntamiento de Alcarràs ha convocado para el jueves un pleno extraordinario para condenar el doble crimen y no descarta personarse en la causa como acusación particular.

Familiares de la mujer dieron una versión distinta de los hechos y aseguraron que primero mató al hombre en el bar y después a su mujer. Nada más ser detenido confesó ser el autor del doble crimen. “Solo he visto que corría con el hacha en la mano y que varios subsaharianos le perseguían. Ha entrado en el edificio donde vivía y allí ha sido detenido”, contaba ayer un vecino.

El homicida vivía en Alcarràs desde hace unos siete años y, según fuentes municipales, no había creado ningún problema de convivencia. Trabajaba en la construcción y su mujer en una cooperativa de fruta de la vecina localidad de Soses en verano. “No me explico qué ha podido pasar. No sabía que tuvieran problemas”, señaló un hermano del detenido.

El suceso provocó una gran expectación entre el colectivo magrebí de Alcarràs. Decenas de personas, entre los que se encontraban familiares y amigos de las víctimas, se concentraron en los escenarios de los crímenes mientras la comisión judicial realizaba el levantamiento de los cadáveres.

“Ella era muy buena y muy tranquila. La pareja discutía mucho últimamente porque el marido tenía la obsesión de que ella tenía un amante y no era cierto. Solo se conocían de vista y porque eran del mismo país. En cambio, él sí que era un mujeriego y siempre decía que quería otra mujer”, aseguró una prima de la fallecida.

Alcarràs, municipio de unos 9.000 habitantes, tiene un 28% de población inmigrante, mayoritariamente del África subsahariana, y cada verano adquiere protagonismo por la campaña de la recolección de la fruta.

Con esta nueva víctiama, son ya 17 las mujeres fallecidas a manos de sus parejas o exparejas en lo que va de 2013. Trece de ellas no habían denunciado nunca a sus agresores por violencia de género.