La semana por delante
El humor impúdico de Las Chirigóticas y el regreso del grupo brasileño de danza Corpo, entre las propuestas de ocio y cultura para la semana
danza
Vuelve el grupo Corpo
La más prestigiosa e internacional de las compañías de danza de Brasil, el grupo Corpo, vuelve, tras sus dos recientes visitas a la capital, al mismo escenario de los Teatros del Canal (Del 1 al 3 de mayo) con dos coreografías: Sem mim y O Corpo.Creada en 1975 en Belo Horizonte por dos hermanos, Corpo, con toda su diversidad y brillantez, tiene un reputado y reconocible estilo, sustentado por su coreógrafo residente, Rodrigo Pederneiras, que desarrolla un modo singular de espectáculo ecléctico y colorista donde se aúnan las tradiciones propias brasileñas con las tendencias actuales de la danza contemporánea y el ballet.— ROGER SALAS
teatro
Humor del superviviente
Se han paseado por Madrid cada vez que tenían algo que decir. Desgarradamente divertidas y cómplices, Las Chirigóticas ya no acuden a salas marginales; el Centro Dramático Nacional (Teatro Valle-Inclán) les abre las puertas con su espectáculo La Copla Negra, dirigido y escrito por Antonio Álamo, una vez más explorando el imaginario femenino y una vez más, con letras de canciones de Ana López Segovia, actriz del grupo junto Alejandra López y Teresa Quintero. Entre estos tres animales escénicos se ventilan siete personajes sacados del Cádiz genuino. Siete perdedores que habitan en esa suerte de lupanar cutre. Arrancan la risa con un humor impúdico que Álamo ha bautizado como el "humor del superviviente". Una delicia.— ROSANA TORRES
clásica
Verdi y Wagner van de cañas
La taberna es un lugar inusual para la ópera. Por eso la apuesta de El Pimiento Verdies algo refrescante. María Rey-Joly y José Manuel Zapata, tremendamente expresivos, encabezan en los Teatros del Canal este recital atípico de fragmentos de óperas de los compositores de los que este año celebramos el bicentenario, bajo la dirección de Albert Boadella.— MIGUEL PÉREZ MARTÍN
arte
Reinterpretando la cultura
Desde que Marcel Duchamp decidió que un urinario era una obra de arte, los conceptos de original y copia son inapropiados en el arte contemporáneo. Azucena Vieites (Hernani, 1967) ha jugado en toda su obra con la repetición para documentar los temas que le interesan.
En su última propuesta, Tableau vivant, (hasta el 22 de julio en el Reina Sofía), Vieites ha vuelto a trabajar con la obra de otros para construir una nueva forma de complicidad y conocimiento. Se trata de un conjunto de serigrafías realizadas sobre fotografías y dibujos aparentemente básicos, trazados por la propia artista, y coloreados por un grupo de niños. — ÁNGELES GARCÍA
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