Un poliédrico Romero de Torres
El Museo Thyssen de Málaga reúne una treintena de obras del pintor cordobés
A Julio Romero de Torres (Córdoba, 1874-1930) se le conoce como el artista que pintó a la mujer morena, a la andaluza agitanada de mirada directa, profunda y desbordante belleza. A través de sus desnudos femeninos elevó la imagen de la mujer andaluza a la categoría de símbolo erótico. Sin embargo, estas sensuales mujeres, figuras recurrentes en toda su trayectoria y a través de las cuales se observa su evolución, esconden a un Romero de Torres poliédrico, un artista con una marcada personalidad y grandes inquietudes que se codeó en Madrid con lo más granado de la intelectualidad de la época, como Ortega y Gasset, Benavente, Machado o Valle Inclán, entre otros.
Inquietudes que plasma en el significado alegórico que existe detrás de muchas de las imágenes de sus bellas mujeres, donde aparecen todos los temas de su interés, como la muerte, el amor, el mundo taurino o el flamenco, entre otros.
Acercarse a este original y múltiple universo del pintor cordobés es lo que ofrece el Museo Carmen Thyssen de Málaga con la exposición Julio Romero de Torres. Entre el mito y la tradición, que presenta un recorrido por la obra de uno de los pintores más singulares y populares de la historiografía española.
La muestra la componen una treintena de obras, la mayoría de gran formato, procedentes de los fondos del museo (La Buenaventura o La Feria de Córdoba), de diversas colecciones privadas, del Museo de Bellas Artes de Córdoba y del Museo Julio Romero de Torres, entre otras pinacotecas.
Se han reunido piezas clave de su producción divididas en capítulos —Luminismo y realismo social; Retratos y símbolos; Poemas y alegorías; y Erotismo y sensualidad— en los que se aprecian los temas más recurrentes de su trayectoria artística.
“Entre la figura del pintor cordobés y su producción pictórica se produjo una simbiosis identificativa especialmente singular que hizo de él un pintor de leyenda. Su obra, caracterizada por la precisión técnica, pretende reflejar una ambigüedad permanente gracias a la gran carga simbólica y sensual que contiene cada uno de sus cuadros. Así, aúna influencias de los pintores del primer Renacimiento con una estética casticista, para evocar la importancia que la imagen de Andalucía tuvo en la pintura española durante los inicios del siglo XX. Con este proyecto hemos logrado detenernos en argumentos muy concretos de la obra de Romero de Torres pero abarcando al mismo tiempo toda su cronología, desde sus primeros años hasta los meses previos a su muerte", explica Lourdes Moreno, comisaria de la muestra y directora del Museo Carmen Thyssen.
Moreno resalta la importancia de que por primera vez se exponen juntos el boceto del Poema de Córdoba, perteneciente a la Colección Carmen Thyssen, y el cuadro del mismo nombre. También están presentes el primer desnudo importante que el pintor realizó, La musa gitana (1907), y el último, La nieta de la Trini, realizado en 1929. “En ellos se aúnan la belleza, la tragedia, y la leyenda”, señala Moreno.
Junto a la exposición, el Museo Carmen Thyssen acogerá del 4 al 29 de junio un ciclo que profundiza en el universo flamenco que late en la obra de Romero de Torres y que establece un nexo cultural entre Córdoba y la capital malagueña.
Para ello, contará, ente otros, con el director de la película Blancanieves, Pablo Berger; el poeta y Premio Príncipe de Asturias de las Letras Pablo García Baena y la bailaora malagueña y Premio Nacional de Danza Rocío Molina. El ciclo, denominado El sueño flamenco de Julio Romero de Torres, incluye conferencias, cine y coloquios, charlas y fiestas flamencas.
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