Entre copas, catas y canciones

Si se hiciera una rápida encuesta de asociación entre música en directo y bebidas, lo más probable es que la cerveza ganara por aplastante mayoría. Cambiar esa percepción tan asentada es uno de los objetivos del Enofestival, que programa en la Sala de columnas del Círculo de Bellas Artes a seis artistas de la escena independiente nacional (McEnroe, Hidrogenesse, Layabouts, Alondra Bentley, Templeton y Luis Ramiro) junto a cuatro bodegas españolas, desde Berberana a Solaz, más la denominación de origen Rosados de Navarra.

"El reto del futuro es que el vino llegue a la gente joven, pero parece que no es fácil", explica Cristina V. Miranda, directora del Enofestival: "Somos uno de los países con mayor producción vinícola del mundo pero al mismo tiempo tenemos la desgracia de que somos de los menos consumidores, lo exportamos prácticamente todo".

"Pensando en ese relevo generacional, se nos ocurrió montar un festival de música independiente y cultura del vino, algo que nunca se había hecho y que sonaba muy raro: nadie se imaginaba con una copita de vino viendo a los Right Ons".

Pero ocurrió el año pasado, en una primera edición celebrada en el Palacio de Vistalegre, con un cartel en el que figuraba el grupo madrileño, Nacho Vegas o Christina Rosenvinge, que pronunció una frase muy significativa: "Ya era hora de que saliéramos de la litrona".

Las comparaciones serán odiosas, pero casi siempre útiles: "En Francia es impensable ir a un concierto a salas como El Sol o La Riviera y que no te puedas pedir un vino", señala Miranda, periodista y sumiller: "Aquí no tenemos nada integrada la cultura del vino, ha habido una ruptura generacional".

Ricardo Lezón, cantante de los bilbaínos McEnroe, coincide en ese diagnóstico: "En conciertos y festivales no hay vino, y cuando lo hay se utiliza un poco a granel, como una bebida alcohólica, y el vino es algo más. Nosotros no somos ningunos entendidos, pero nos gusta probar vinos e investigar".

Esa es la actitud adecuada, según la directora del Enofestival: "Se escucha mucho la coletilla de ‘yo no entiendo de vinos’, y no hay que entender, es que te guste o no. El mundo del vino provoca reticencias porque se ve como algo demasiado esnob". Para hacer desaparecer esos prejuicios, entre actuación y actuación habrá en la Sala de columnas catas dirigidas, al precio de 3 euros. "Por ese propósito educativo era fundamental que el festival se hiciese de día [de una de la tarde a una de la mañana]. Intentamos que se conozcan un poco más los vinos que la gente va a estar bebiendo a lo largo del día: por qué un vino que ha pasado por madera te puede costar cuatro euros y uno joven te cuesta dos, por ejemplo. Queremos contarlo desde la base y de manera distendida".

El vocalista de McEnroe, que subirán al escenario a las 19.50 en formato de dúo, cuenta que la última botella que abrió fue un Rioja viendo "el desastre del Barça en Múnich. Era un Florentino de Lecanda, de Bodegas Bilbaínas, muy bueno. Al final le hicimos más caso a la botella que al partido". Pero Lezón se confiesa sobre todo fan de los Somontano, y termina sugiriendo un disco para escuchar acompañado de una copa de vino oscense: "Cuando tomas vino todo es más sosegado. Pondría The boatman's call, de Nick Cave, música tranquila y con poso".

El Enofestival se celebra el 27 de abril desde las 13 horas en el Círculo de Bellas Artes (Alcalá, 42). Las entradas cuestan 22 euros e incluyen una copa de vino.