Barberá recibe la dársena con el encargo de Pastor de rentabilizarla

La ciudad ha tardado 27 años en conseguir la dársena del puerto de Valencia. Un espacio de un millón de metros cuadrados de superficie, de los que unos 550.000 son lámina de agua y el resto territorio. “Cedemos a Valencia la gestión integral de esta gran dársena que tiene de todo”, dijo ayer la ministra de Fomento, Ana Pastor, tras presidir el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) que cedió formalmente los terrenos al Ayuntamiento.

Era el último trámite de esta compleja operación que se ha dilatado décadas. Parte de los terrenos se entregan a la ciudad y otra parte, los ganados al mar, se ceden al Consorcio para que los alquile durante un periodo de 35 años.

La transferencia de terrenos al Consorcio, donde están representadas las tres Administraciones públicas, servirá además de garantía para la operación de reestructuración de los créditos con el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y del Banco de Santander. El Consorcio recibió un préstamo de 310 millones de euros del ICO para construir las infraestructuras que permitieron la celebración de la Copa del América. Ahora los tiene que devolver, ya que todavía no ha amortizado ni un solo euro.

El gerente del Consorcio Valencia 2007, Pablo Landecho, aclaró que uno de sus cometidos en estos momentos es renegociar el plan de financiación que, según precisó, está respaldado por el Tesoro.

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, con Landecho al lado, ofreció pocos datos nuevos sobre los planes para este espacio. Sí anticiparon que el plan de usos se aprobará el viernes en el pleno del Consorcio y que la empresa municipal Aumsa se encargará de redactar los planes urbanísticos necesarios. Ese mismo día, el Ayuntamiento cederá al Consorcio los terrenos cedidos y a partir de ahí se harán pequeñas inversiones para poner en valor la Marina. El uso residencial de una parte del suelo no se descarta, dijo Barberá rotunda, solo que se deja para más adelante. El suelo, situado junto a los amarres, está ocupado ahora por contenedores.

La regidora ha explicado en más de una ocasión lo que espera de ese plan de usos. Para comenzar proyecto en el sector donde están las bases de los equipos de la Copa un cluster de empresas tecnológicas. En el área de los tinglados hay planeada una zona de ocio y comercial. También hay prevista una zona náutica industrial, un varadero para que hibernen los megayates y además puedan ser reparados, y una zona deportiva, que podría ser sede de vela en los Juegos Olímpicos de Madrid 2020. “El objetivo es convertir la Marina Real Juan Carlos I en uno de los mejores puertos deportivos del Mediterráneo”, enfatizó la alcaldesa.

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, confirmó que la Generalitat abonará por fin los siete millones de euros que se comprometió a aportar al Consorcio hace años: para 2013 serán tres millones y en 2014 llegarán otros cuatro millones. El pleno del Consell dará luz verde a esta primera dotación económica en su sesión del viernes, según fuentes del Gobierno valenciano.

En cuanto al dinero que también tenía pendiente de pagar el Ayuntamiento de Valencia, hace escasos 15 días se acordó reservar un millón de euros este año y dos millones más el año siguiente, explicó el concejal de Deportes, Cristóbal Grau.

En el turno de intervenciones, la ministra de Fomento, Ana Pastor, manifestó que se ha tardado “demasiado tiempo” en resolver esta cuestión y defendió que el puerto de Valencia, que este año recibirá más de 67 millones de euros de inversión pública, va a ser el gran motor de Valencia y de la Comunidad Valenciana gracias a la culminación de este proyecto.

La alcaldesa agregó que Valencia cuenta a partir de ahora con el barrio “más singular” y se comprometió a convertirlo en “uno de los mejores puertos deportivos urbanos del Mediterráneo”.

Según Barberá, el proyecto permite que Valencia “se integre mucho más en el mar” y se consolide como una “nueva potencia turística del Mediterráneo”, al tiempo que reivindicó que gracias a esta oferta la ciudad se va a convertir en uno de los principales destinos turísticos. La regidora agradeció en varias ocasiones a la ministra Pastor que haya hecho posible la transmisión de estos suelos.

Para el presidente Alberto Fabra, la capital crece en atractivos con esta cesión.

De momento, lo único que hay cerrado en la apertura de dos establecimientos hosteleros junto al puente de la dársena y poco después se licitará el varadero y alguna actividad más, para lo que ya se dispone de los pliegos de condiciones.

La Marina Real de Valencia, a la que los políticos locales describen como la joya turística de la capital, ha permanecido años paralizada una vez acabaron las regatas. Ayer, la regidora repitió lo que días antes. Descargó sobre la anterior Administración estatal, la del PSOE, toda la responsabilidad de este parón.

“El retraso de la cesión de la dársena era un problema de voluntad política. El Gobierno socialista quiso paralizar cualquier actividad”, acusó la regidora en el acto de cesión. Barberá pasó por alto que ni la Generalitat ni el Ayuntamiento han contribuido al sostenimiento del Consorcio con las dotaciones económicas a las que se comprometieron en 2003. Tampoco que el Consorcio se ha sostenido exclusivamente con fondos presupuestados por la anterior Administración socialista.

Rafael Aznar, presidente de la APV, atribuyó la transmisión de estos suelos al “ejercicio de coordinación de las tres Administraciones públicas implicadas”. Aznar se mostró satisfecho con la doble función de las instalaciones portuarias: por un lado la comercial, de tráfico de mercancías, y por otra la turística. El presidente de la Autoridad Portuaria destacó el auge del turismo de cruceros, que trajo el año pasado a la capital cerca de medio millón de visitantes y que este año volverá a crecer.