El conselleiro de Industria presenta sus planes sin aludir a Pescanova y Caramelo
La Xunta de Feijóo aún intenta identificar las "potencialidades de la economía gallega"
Con Pescanova al borde del colapso, Caramelo en concurso de acreedores, Pórtico negociando a contrarreloj la deuda y evitar también la suspensión de pagos, el sector naval en la calle para demandar una carga de trabajo que no llega y las empresas de componentes eólicas forzadas a bajar la persiana, se presentó esta mañana el conselleiro de Industria, Francisco Conde, en el Parlamento gallego. Durante dos horas de debate, el único debutante en la segunda Xunta de Feijóo desgranó las líneas maestras en su cartera para los próximos cuatro años. Conde evitó conscientemente aludir a la agonía que padecen estas grandes empresas gallegas porque de lo que se trataba es de aludir a la “situación estructural” de la industria gallega. Recitó unos cuantos datos para dar a entender que Galicia no está peor que el resto de España (el del paro y el índice de producción industrial, además de los pedidos que tiene en marcha la economía gallega) y aprovechó para felicitar por su gestión a su antecesor, Javier Guerra, que le devolvió el gesto levantando el dedo pulgar desde el escaño.
La larga comparecencia del conselleiro evidencia que cuatro años después de llegar al poder el Gobierno de Feijóo sigue tratando de identificar “las áreas de conocimiento que mejor se adaptan a nuestras potencialidades”. Cuando por fin las determine, la legislatura que empieza se centrará “en redefinir el modelo productivo apostando por nuestra identidad y tradición”, identificar los sectores con mayor potencial para Galicia. Se trata de planificar nuestro futuro.
La apuesta, ante la caída de la demanda interna, pasa también por la internacionalización de la economía y en ese marco de la “diplomacia comercial”, insistió Conde, se explican los viajes de Feijóo a Latinoamérica y los sucesivos anuncios de contratos con Pemex. El conselleiro obvió la fecha en que se empezará a cortar chapa en los astilleros para cumplir con los publicitadísimos acuerdos con la petrolera mexicana pero sí admitió que esta podría entrar en el capital de algunas sociedades gallegas e incluso cerrar nuevos encargos para que se construyan aquí más barcos para su flota. Si Pemex mantiene su presunto plan de instalarse en el Puerto Exterior de Punta Langosteira, ayer en el hemiciclo no se mencionó. La Xunta también proyecta dedicar al I+D+I el 1,2% del presupuesto al final de la legislatura y mejorar así la competitividad. “En Galicia hay talento y debemos aprovecharlo. Tener a los mejores es la mejor garantía de éxito”. El resto pretende conseguirlo la Xuna tirando de leyes que irán viendo la luz en los próximos meses: la del emprendedor para conseguir 130.000 nuevos empresarios en cuatro años; la del fomento de la investigación para lograr la transferencia de conocimiento a las empresas y la reforma de la ley de minas con el objetivo de alcanzar “una minería dinamizadora, sostenible y generadora de puestos de trabajo de calidad”. En plena polémica sobre la instalación de una explotación a cielo abierto en Corcoesto donde una multinacional canadiesen pretende extraer oro, Conde incluyó la minería dentro de lo que el llama “economía verde”.
Que el conselleiro sea nuevo en el puesto no implica que deje de defender la labor de la Xunta durante los últimos cuatro años en que él ejerció como asesor económico del presidente. Conde llegó a respaldar la decisión de anular el concurso eólico del bipartito que los tribunales ratificaron como legal y de convocar otro que sí acabó obteniendo el reparo de los jueces.
En números, la Xunta movilizará a lo largo de 2013 200 millones de euros en préstamos, 60 millones para capital circulante y exportaciones y extenderá subvenciones por otros 100 millones de euros. La réplica de la oposición fue una retahíla de catastróficos datos sobre la evolución de la economía desde 2009: los 120.000 nuevos parados, el desplome de sectores como la madera, la metalurgia, el naval o la energía (todos por encima del 25%). José Luis Méndez Romeu, por el PSOE, Consuelo Martínez por AGE y Carme Adán, por el BNG, preguntaron por la situación de Pescanova, el destino de las generosas ayudas públicas a la firma Caramelo, o el prometido dique flotante para Ferrol.
Esta última llamada de la oposición sirvió para que el conselleiro anunciase que por fin la Xunta elevará ya una consulta formal a Bruselas para conocer la viabilidad de esta infraestructura. Las preguntas sobre el papel que la Xunta pretende desempeñar en la crisis de Pescanova quedaron sin responder. Igual que el interés de la oposición por saber qué hizo el Gobierno gallego con el 8% de las acciones que posee en su filial Frinova, una de las sociedades que investiga la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
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