Rusia hace su ‘Chipre’ en Alicante
Los rusos son los principales compradores de inmuebles residenciales en la Costa Blanca
Los euros en Alicante llegan ahora de Moscú. El mercado ruso se ha convertido en la panacea del mercado inmobiliario y del turismo, y la intervención de Grecia, que se había convertido en su paraíso y tierra de promisión, está favoreciendo a Alicante. Primero vienen de vacaciones unos pocos días para conocer las playas y el clima de la Costa Blanca, y pero luego regresan en una segunda visita con la intención de comprar una segunda residencia, que pagan en efectivo, sin hipotecas, ni plazos. Este verano el aeropuerto de L’Altet oferta 120.000 plazas en el mercado ruso. Los clientes rusos han superado en la provincia de Alicante a los británicos en compra de viviendas por parte de extranjeros. La mitad de las 7.000 residencias vendidas a extranjeros en Alicante el año pasado fueron a parar a familias rusas, un mercado que hace cuatro años no representaba ni el 5% del total.
“Nosotros tenemos clientes que buscan comprar algo económico, que no supere los 70.000 euros, y luego otros que buscan algo de lujo de más de medio millón de euros", asegura Alex Citnik, un agente inmobiliario ruso que trabaja en Innova Dom Invest de Torrevieja, sorprendido porque apenas tiene ventas medias. Los clientes del país de los Urales se han lanzado a la conquista del mercado inmobiliario en Alicante, y han desplazado a los británicos. “El inglés ahora es el principal extranjero vendedor y el ruso el principal comprador”, asegura Antonio Navarro, del grupo inmobiliario Procosta y presidente de la Asociación de Turismo Residencial de Torrevieja, quien reconoce que la demanda “sostenida y creciente” se inició hace cinco años, y no cesa.
Elena Granados, de la inmobiliaria Remax Ábaco donde los rusos acaparan el 70% de sus ventas, admite que son clientes “especiales, miran mucho y se lo piensan, vienen varias veces y contrastan pero al final compran”, asegura. La mayoría de clientes paga en efectivo, no financia su compra y busca ser atendido por una persona que conozca su idioma y su cultura.
Con las compras de los rusos y las ventas los ingleses la comarca de La Vega Baja vive una nueva eclosión inmobiliaria que ha situado a la provincia de Alicante a la cabeza en toda España de transacciones en viviendas de segunda mano. Según los datos del Ministerio de Fomento, la provincia de Alicante se situó a la cabeza, durante los nueve primeros meses del año pasado, en operaciones de compraventa de viviendas por parte de extranjeros con un total de 2.501, seguida a gran distancia de Málaga (1.111). Y la mayoría fueron rusos, según datos del colegio de notario facilitados por Provia (Asociación de Promotores Inmobiliarios de Alicante) en 2011 se firmaron 1.442 escrituras a clientes rusos y en 2012 fueron 2016, lo que supone un incremento del 40%. Jesualdo Ros, secretario de Provia, reconoce que es un mercado “importante” cuyos clientes igual llegan con la intención de gastarse 120.000 euros y luego “invierten mucho más si les gusta la casa”.
Precisamente los próximos 4 y 5 de mayo se celebra en el hotel Villa Gadea de Altea una feria internacional inmobiliaria organizada por Excellent Choise, una empresa especializada en el mercado internacional. Una de sus responsables, Olessa Uteva, confía en que se convierta este certamen en un punto de encuentro de promotores, constructores y empresas dispuestos a vender a clientes extranjeros. “Estamos notando este año más ganas de comprar y de invertir”, admite esta rusa que lleva desde el 2009 trabajando en el sector en Alicante. Unos 14.300 rusos residen en la Comunidad Valenciana, una población que ha aumentado en 1.700 en un solo año de 2011 a 2012. Navarro, presidente de la Asociación de Turismo Residencial de Torrevieja, concluye que los rusos son “quienes más crecen en inversión inmobiliaria en La Vega Baja, y adquieren las viviendas más caras con un gasto medio de 202.000 euros, seguidos por noruegos, belgas y franceses”.
Antoni Mayor: “Con los rusos, el turismo tiene una mina que no hemos explotado todavía”
Desde este mes el aeropuerto de L’Altet tiene dos vuelos diarios con Moscú y uno con San Petersburgo. Los datos hablan por sí mismos. En 2010 hubo 30.951 turistas rusos, en 2011; 53.084 y al año siguiente 84.684. Para esta temporada, que acaba de comenzar se ofertan 119.000 asientos, lo supone un crecimiento del 88% respecto al verano pasado. El turismo es otro sector que busca encandilar a la nueva clase media rusa. “Tenemos una mina que no hemos explotado todavía”, admite Antoni Mayor, presidente de la patronal hotelera de Benidorm Hosbec, quien asegura que en los últimos cuatro años el número de turistas rusos en Alicante ha aumentado un 40%. “Es una lástima que no vayamos juntos de la mano, porque si haciendo las cosas mal tenemos estos resultados, si las hiciéramos bien sería mucho mejor”, asegura el hotelero que critica la descoordinación entre la Diputación, la Generalitat y los hoteleros.
El Ayuntamiento de Benidorm, que tiene una persona durante todo el año promocionando el destino en la Oficina de Turismo española en Moscú, confirma que este verano el operador ruso Natalie Tours tiene previsto cada semana en temporada alta traer 400 turistas rusos en paquetes turísticos cerrados.
El sector no escapa a detalle importante y es que el gasto medio del turista europeo no supera en España los 700 euros de media, mientras que en el caso de los rusos es de 1.700 euros. Les gusta comprar, consumir productos culturales y la playa. Por eso, los hoteleros de Benidorm están preparando paquetes promocionales para, aprovechando la puesta en marcha del AVE, ir a Madrid a ver exposiciones, óperas o conciertos.
El diputado de Turismo, Joaquín Albaladejo, confirma tanto el éxito del turismo como la efervescencia del mercado inmobiliario, y apunta otra clave interesante: en Alicante ya residen rusos de segunda y tercera generación, que nacieron aquí pero conocen las dos lenguas perfectamente, y eso es un bálsamo de tranquilidad y confianza para sus paisanos recién llegados. La Federación Rusa también acaba de modificar y agilizar la concesión de visados turistas. Según explica el diputado, con un visado para una estancia de 90 días en España, se puede obtener otro de vigencia anual y multientrada, y si el titular del visado le interesa puede solicitar otro año más. “Con lo que cual son tres años en los que el turista no debe preocuparse como antes para expedir permisos para cada viaje”, agradece del diputado del PP.
Albaladejo admite que la crisis de Chipre ha favorecido a España como receptora tanto de clientes como de inversores, y que en Benidorm ya el año pasado aumentaron un 50% las pernoctaciones en hoteles de rusos. El dato de los visados turísticos es el mejor indicador sobre cómo está aumentando el sector. Según datos ofrecidos a la Diputación por parte del consulado en España, en Moscú de 2011 a 2012 se solicitaron un 43% más de permisos, pero en otras poblaciones como Rostov se pasó de 1060 a 18.000, lo que significa un aumento del 80% y en Samara se triplicó de 2.086 a 6.500.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
