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Del ideal a las necesidades básicas

"Se están produciendo ocupaciones de casas propiedad de los bancos para crear comunas de mujeres", dice Rafael Ajangiz

Stop Desahucios en un escrache en Gipuzkoa
Stop Desahucios en un escrache en GipuzkoaJAVIER HERNÁNDEZ

La crisis ha provocado un cambio en el espíritu de las manifestaciones. “Las reivindicaciones simbólicas como la libertad o la solidaridad, que en los tiempos de bonanza han tenido mayor relevancia” han dado paso a la defensa y exigencia de “necesidades básicas como el sueldo, la vivienda, la enseñanza. Son movilizaciones de raíz material que tienen que ver con la supervivencia de las personas”, explica Rafael Ajangiz, profesor titular de Ciencia Política y de la Administración y especialista en movimientos sociales y políticas públicas de la UPV. Reivindicaciones con amplio eco y apoyo gracias a la empatía, al hecho de tener bastantes probabilidades de conocer a una persona en paro, o con problemas para pagar su vivienda. Lo que deriva en “solidaridad y búsqueda de alternativas [a problemas concretos]”. “Por ejemplo, se están produciendo ocupaciones de casas propiedad de los bancos para crear comunas de mujeres.

Un sector especialmente desprotegido”, detalla el profesor. “Es una especie de lógica de justicia social básica. No es una revolución, no se trata de cambiar el mundo y darle la vuelta al calcetín, simplemente exigir lo básico, lo que es de sentido común”, argumenta el profesor para explicar la base de las nuevas protestas. En un momento de recortes generalizados en todos los sectores diversos movimientos sociales, especialmente Stop Desahucios, centran sus críticas en los bancos “como expresión más clara de la injusticia. Ellos han sido rescatados y siguen privilegiándose”. Un objetivo que puede variar o sumar otros, como por ejemplo, ilustra Ajangiz, “las empresas energéticas”.

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