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Los chiringuitos de la discordia

Los nuevos negocios de playa de Málaga reciben un aluvión de críticas La oposición municipal pide que se paralicen las obras por su impacto visual

Construcción del nuevo modelo de chiringuito en la playa de La Malagueta.
Construcción del nuevo modelo de chiringuito en la playa de La Malagueta.GARCÍA-SANTOS

El espeto de sardinas estrenará este verano en Málaga escaparate no exento de polémica. Los nuevos chiringuitos que se están construyendo en las playas de la capital malagueña han recibido un aluvión de críticas por su gran tamaño e impacto visual. Junta de Andalucía, Demarcación de Costas —dependiente del Gobierno central—, colectivos vecinales e incluso concejales del propio equipo de gobierno del PP en el Ayuntamiento, han criticado estas construcciones en la arena.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP), se ha quedado prácticamente solo defendiendo las nuevas estructuras y, ante el malestar generado, ha propuesto colocar en los muros plantas trepadoras convencido de que “crearán un paisaje más suave”. De la Torre ha tenido esta semana que enmendar la plana a sus concejales de Turismo, Damián Caneda, y Playas, Teresa Porras, después de que ambos se lanzaran, mensajes en contra —el primero— y a favor sobre el tema.

Los vecinos de la playa de La Malagueta no paran de hacer fotografías que cuelgan en las redes sociales donde hablan de “enormes cubos de cemento”. El cambio de modelo de los chiringuitos supone derribar los anteriores, hacer un sótano y levantar muros que ocuparán más espacio marítimo-terrestre. La polémica se ha desatado cuando se han ejecutado las obras de los nuevos establecimientos impulsado por sus propietarios, que han tenido que desembolsar cerca de 400.000 euros. Los proyectos se aprobaron hace tres años con el visto bueno de las tres Administraciones pero en este tiempo se han introducido modificaciones como una planta superior destinada a terrazas para copas y cuartos de baño independientes que requieren más superficie.

Con buganvillas se podría mejorar,  aportaría frescura al paisaje Francisco de la Torre, alcalde de Málaga

El edil responsable de Turismo y Cultura en el consistorio malagueño, Damián Caneda (PP), fue uno de los primeros en dar la voz de alarma. “Son demasiado altos, anchos y opacos”, espetó el concejal dejando en evidencia a su compañera de filas, la edil de Playas y Servicios Operativos, Teresa Porras, quien se apresuró a defender las estructuras recordándole que se trataba de “una percepción personal” de Caneda.De la Torre, quien ha admitido que los nuevos elementos no son perfectos, planteó reducir el impacto visual incorporando elementos vegetales. “Con buganvillas se podría mejorar, se aportaría frescura integrándolo paisajísticamente y suavizando el efecto hermoso del blanco [de las paredes] que a mucha gente le gusta en combinación con el azul del mar”, argumentó el regidor.

En medio de la tormenta municipal, el presidente de la Diputación de Málaga y máximo responsable del Partido Popular en la provincia, Elías Bendodo, también mostró su sorpresa ante el impacto visual de los chiringuitos. “Es chocante y creo que las Administraciones deberían volver a sentarse para ver si hay posibilidades de mejorar”, afirmó. Los grupos de oposición en el consistorio malagueña han pedido la paralización de las obras y la dimisión de la concejala de Playas. La portavoz socialista en el Ayuntamiento, María Gámez, afirmó que el proyecto se ha convertido en un “esperpento”. Su homónimo en Izquierda Unida (IU), Eduardo Zorrilla, calificó las nuevas construcciones de “búnkeres”. “Se debe estudiar la posibilidad de revocar las licencias y tirarlos si es necesario”, añadió.

El proyecto tiene detractores, incluso dentro del propio grupo popular

Los dueños de los establecimientos han insistido en la legalidad de las construcciones. El presidente de la Asociación de Empresarios de Playas de Málaga (Aeplayas), Manuel Villafaina, insiste en que estas obras se están ejecutando “con la bendición de todas las Administraciones”. “Todo es legal, es una obra que todos han podido ir viendo poco a poco, cuando estaba en ladrillo ya se veía la pared, pero han esperado a que la estructura esté totalmente terminada. No es justo”. Está previsto que los nuevos chiringuitos abran en junio.

Mientras, la Demarcación de Costas evita pronunciarse alegando que las competencias están traspasadas a la Junta.

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