Bermeo intenta recuperar el pulso

Los equipos de emergencia de la Ertzaintza y de los Bomberos están evaluando desde esta mañana los daños originados por el incendio que en la madrugada de ayer arrasó el casco antiguo de Bermeo. La policía mantiene acordonada la zona afectada por el fuego, cerca de la plaza del Ayuntamiento ante el riesgo de que se produzcan nuevos derrumbes. Los datos oficiales concluyen que tres inmuebles se han derrumbado y otros ocho están pendientes de evaluación.

El desescombro ha sido la tarea principal desarrollada en la zona un día después del siniestro. Una grúa trabaja retirando los restos acumulados y derribando lo poco que queda en pie de alguno de los edificios quemados. Las tareas de evaluación de los edificios y limpiezas de las calles han comenzado en medio de los sentimientos de tristeza e impotencia de los afectados. La alcaldesa, Idurre Bideguren, ha defendido que la vuelta a la normalidad pasa por conseguir que el casco viejo "vuelva a ser lo que era" y ha pronosticado que "costará un tiempo".

El Ayuntamiento no dispone todavía de la información que le permita calcular el coste y los plazos de recuperación de la zona incendiada. El suministro de agua y luz permanece cortado en la calle Juan de Nardiz, donde comenzó el incendio, por lo que muchas familias desalojadas no han podido regresar a sus viviendas ni los comercios han abierto sus puertas.

Aunque no se ha registrado denuncia alguna por personas desaparecidas, la unidad canina de la Ertzaintza ha rastreado la zona de escombros para descartar definitivamente la existencia de víctimas, según ha informado el Departamento de Seguridad. El incendio, que se desató a las cuatro de la madrugada de ayer por causas que aún no han sido determinadas, ha dejado sin vivienda a 71 personas, de las que 22 han sido realojadas por los servicios sociales del Ayuntamiento en residencias y hoteles. Un total de 19 vecinos han perdido sus casas de forma definitiva.

Los bomberos han permanecido toda la noche vigilando los escombros

Entre los edificios sometidos a revisión, los técnicos ha decidido apuntalar la estructura de uno de los bloques, mientras que han determinado la buena situación de otros tres. También resulto afectado el tejado del edificio consistorial por lo que parte de las oficinas municipales han sido trasladadas a a la casa de cultura.

Un retén de bomberos ha permanecido junto a las casas siniestradas durante toda la noche en previsión de que se avivaran los rescoldos del incendio más importante registrado en Bizkaia en los últimos 30 años. En total, han estado de guardia en la zona 17 profesionales de cinco parques de bomberos dependientes de la Diputación de Bizkaia  junto con otros tres del Ayuntamiento de Bilbao.

Su misión principal ha sido vigilar los escombros. Una de las mayores dificultades se ha registrado en la fachada de una de las viviendas destruidas ayer al detectarse que carecía de estabilidad. Hacia las 4.30 horas, se ha conseguido derribar la zona alta de la fachada con el objetivo de garantizar la seguridad de los técnicos que están trabajando en el desescombro de la vía.

La calle Intxausti, paralela a la que fue dañada por el fuego, ya se ha abierto al tránsito. Los vecinos de las viviendas afectas en menor medida están siendo acompañados por los bomberos para recoger los objetos básicos, mientras que los residentes en otras viviendas solo afectadas por el humo y el agua utilizada para sofocar las llamas se encuentran a la espera de contar con suministro eléctrico para regresar a sus domicilios.

"Me gustaría saber que puedo recuperar de mi casa porque salí con lo puesto. Solo cogí tabaco, llaves y móvil", decía Mirelu Bilbao, que vivía en el edificio contiguo al inmueble donde se origino el fuego. En la misma situación están Daniel y Aiora, un matrimonio de 30 y 28 años, respectivamente, a quienes se les permitió acceder a su casa para sacar a sus tres gatos. "Se metieron debajo de una manta. El instinto les hizo sobrevivir".

El responsable de los servicios sociales del Ayuntamiento de Bermeo, Ramón Alberdi, ha destacado el apoyo recibido por  empresas, instituciones y particulares que han ofrecido alojamiento y ropa, y los voluntarios que se han prestado a colaborar con los afectados. Los técnicos municipales cuentan ya con siete pisos, cedidos por el Gobierno vasco, donde poder albergar de forma inmediata a las personas que se han quedado sin hogar.

La Diputación ha informado de que se encuentra "últimando la tramitación"  para facilitar a las familias 75 pisos de su propiedad en el barrio San Martín, en Bermeo, que podrán ser ocupados durante seis meses, aunque el plazo podrá ser ampliado según las necesidades de cada familia. El diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, se comprometió ayer a que estuvieran listas "en un plazo de cinco días". 

Durante la jornada de ayer, según ha informado la Diputación, 60 bomberos intervinieron en la extinción del incendio, que trabajaron en relevos de cuatro, seis u ocho horas, protegidos con trajes ignífugos y con equipos de respiración autónoma, máscaras y  bombonas de aire. Se calcula que se utilizaron 120 bombonas de aire. La alcaldesa de Bermeo ha aplaudido  "la labor ejemplar" de los bomberos, Erztaintza, Policía Municipal y otros trabajadores que afrontaron la situación abierta por el incendio y ha agradecido la coordinación institucional y las muestras de solidaridad recibidas.