El juez indaga si una cámara del Arena fue ocultada tras la tragedia
Quiere averiguar si el aparato se retiró del pasillo de la avalancha en 2010, como dice Seguriber, o se movió después de la fiesta
El pabellón Madrid Arena cuenta con 124 cámaras de vigilancia en el interior y exterior del recinto, según contó en noviembre José Ángel Rivero, ex consejero delegado de Madrid Espacios y Congresos (Madridec), la empresa municipal que gestiona la instalación.
Las imágenes son grabadas y revisadas en tiempo real por un vigilante de la empresa Seguriber, contratada por el Ayuntamiento (PP) para mantener la seguridad del edificio. En la fiesta de Halloween en la que perdieron la vida cinco jóvenes, aplastadas en un pasillo, debía haber un vigilante de Seguriber en el centro de control entre las once de la noche y las seis de la mañana.
Pero nadie detectó a través del circuito interno de vigilancia la avalancha. Y no quedó registrada en las cintas que obran en poder del juez. “¿Por qué?”, se le preguntó a Rivero en la comisión municipal que investigó la tragedia. “No tengo respuesta”, adujo. En el informe de Seguriber sobre lo ocurrido aquella noche, no consta que el vigilante del centro de control comunicase en efecto ninguna incidencia o alerta apreciada a través de las cámaras. ¿Por qué?
Porque el pabellón Madrid Arena no cuenta con 124 cámaras de vigilancia en el interior y exterior del recinto. Seis de ellas son solo carcasas sin nada dentro. “Curiosamente funcionan todas menos la que nos interesa”, aseguró el abogado de la familia de una de las víctimas al enterarse de que, pese a que existía una cámara en el pasillo donde se produjo la avalancha, no había registrado imagen alguna. “Esperemos que se deba solo al fruto de la casualidad”, añadía el letrado.
Pues bien, a tenor de la respuesta de Seguriber al juez, se trató de una casualidad —que raya con la negligencia—, pero no fue una excepción: seis cámaras del interior del pabellón fueron desmanteladas “aleatoriamente”; es decir, sin hacerse antes un análisis de riesgos que indicase si debían ser esas, otras o ninguna la que se retirase. Se dejaron las carcasas, por su supuesto efecto disuasorio, y los aparatos se trasladaron al exterior del pabellón.
El Juzgado de Instrucción número 51 solicitó el mes pasado a Seguriber las imágenes grabadas por la cámara ubicada en el pasillo de la tragedia. Ordenó que los técnicos se personaran en el pabellón el día 5 de abril para hacerlo, acompañados por la policía judicial. Su objetivo era comprobar efectivamente si la cámara había grabado imágenes de la tragedia o era solo una carcasa vacía.
No tuvo tiempo de hacerlo: Seguriber comunicó al juzgado y a la policía el 2 de abril que resultaría imposible obtener imágenes de la cámara porque se trataba de una carcasa “que no ha estado nunca conectada al sistema de videograbación”. “Esta cámara, así como otras cinco, fueron retiradas del Madrid Arena y fueron instaladas en el recinto exterior en 2010 a instancias de la dirección de seguridad de Madrid Espacios y Congresos”, añade. De la carcasa sale un cable que llega al centro de control, pero no está conectado “y por tanto no hay imágenes del vomitorio”, concluye Seguriber.
Se ofrece, además, a hacer una reconstrucción de cómo estaban las cámaras dispuestas aquella noche, y pide para ello que la policía le devuelva los ocho videograbadores que retiró para su investigación.
El juez, Eduardo López Palop, acepta y dicta una providencia el 3 de abril para realizar esa reconstrucción y determinar así cuál de las seis cámaras “sacadas aleatoriamente” del interior del Madrid Arena e instaladas en el exterior es, en concreto, la que antes de 2010 estaba en el pasillo de la tragedia.
De esta forma, el juez pretende “comprobar la existencia de imágenes de dicha cámara, y determinar si estas se corresponden con la noche de autos”. La reconstrucción se hará a partir del próximo domingo, cuando Seguriber y la policía judicial cuadren su agenda. Se volverá a precintar el Madrid Arena, y el secretario judicial comprobará si en la cámara en cuestión hay grabaciones.
O lo que es lo mismo: si lo que afirma Seguriber es cierto y el cambio de ubicación de la cámara se hizo en 2010 (en ese caso, solo habrá almacenadas grabaciones del exterior del recinto), o si el cambio se hizo después de la tragedia para ocultar lo que sucedió aquella noche en ese pasillo.
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