Indemnización de 166.000 euros a la familia de una víctima del aspergillus

El Servicio Madrileño de Salud (Sermas) ha sido condenado a indemnizar con 165.000 a la familia de un hombre que falleció por un contagio del aspergillus en el hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares en 2007. El aspergillus es un hongo microscópico que resulta inofensivo al aire libre, pero se convierte en letal si alcanza órganos vitales durante una operación quirúrgica, sobre todo en el caso de personas inmunodeprimidas.

La infección detectada en el hospital alcalaíno afectó a 11 personas —todas de avanzada edad— y provocó la muerte de cuatro de ellas, entre ellas de G.H., que sufría una enfermedad obstructiva crónica (EPOC). La víctima, de 63 años en el momento de su muerte, ingresó en el hospital el 5 de febrero de 2007 afectado de una insuficiencia respiratoria. El paciente mejoró rápidamente con la medicación prescrita, por lo que se le retiró los pocos días.

El 22 de febrero, sin embargo, empeoró, y esta vez los antibióticos no hicieron efecto. "Le dieron la misma medicación para el Epoc que ya le habían suministrado antes y ni siquiera se le realizaron analíticas nuevas ni se le valoró", explica la abogada del Defensor del Paciente, Carmen Gonzalez Bravo. "No se consideró que ya se habían producido tres muertes en el hospital por el aspergillus".

Después de varios días en los que el paciente no reacción con la medicación, fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos ante la sospecha de que hubiera sido contagiado con aspergillus, pues el hospital tenía conocimiento de que había un brote en las instalaciones a causa de unas obras. G.H. falleció el 7 de marzo a causa de una neumonía nosocomial provocada por el hongo.

El Sermas alegó que el paciente recibió el tratamiento adecuado tan pronto presentó los primeros síntomas, pero que no surtió efecto debido a sus enfermedades crónicas. La juez, sin embargo, indica que hubo un retraso en el diagnóstico de la neumonía, cuyos efectos fueron "perniciosos" debido al brote del hongo y a las enfermedades crónicas del paciente que le hacían muy vulnerable. deberían haber actuado con más diligencias

La sentencia advierte que el servicio de medicina preventiva no fue informado de las obras que se iban a realizar en el centro hospitalario para que ellos pudieran adoptar las medidas correspondientes. Por esta falta de asepsia y control, y pese a que ya se habían producido tres muertes por la misma causa, no se puso un tratamiento precoz que hubiera evitado la muerte de G.H. La juez destaca que ni siquiera durante el fin de semana en que el paciente estuvo ingresado —del 23 al 25 de enero— fue visitado por ningún médico ni se le recetó un tratamiento específico. En total, se perdieron cinco días en administrar la medicación adecuada.

El tribunal ha dado la razón a los servicios jurídicos del Defensor del Paciente y ha determinado que se indemnice a la esposa y tres hijos de la víctima con la cuantía que pedía Fernández Bravo: 165.00 euros. El juez entiende que la falta de adopción de medidas y el retraso en el tratamiento médico tuvo como consecuencia la muerte del enfermo.