“Avanza muy despacio pero sin pausa”

“La investigación avanza muy despacio, pero sin pausa”, asegura un representante de la fiscalía. “Se trata de un asunto especialmente complejo y es inevitable que se dilate en el tiempo”, admiten otras fuentes del ministerio público. En el juzgado han tenido que declarar varios agentes de la Ertzaintza. De momento, no hay imputaciones concretas y se descartan las genéricas, porque estas no caben sin un fundamento concreto para dirigir la acusación penal, añaden las fuentes.

Se están practicando pruebas periciales. Unidades especiales del Cuerpo Nacional de Policía, la Ertzaintza, los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil han sido requeridos para que informen sobre el protocolo para usar material antidisturbios y la formación que reciben los agentes que emplean estos medios. Se ha pedido al Hospital Basurto (donde murió Iñigo Cabacas) y Cruces que detallen las asistencias que prestaron a la víctima. Y los bares deberán describir cómo tenían colocadas las barras y toldos en el exterior de sus establecimientos la noche de autos.

Ha pasado un año y en el entorno del fallecido cunde la sensación de que el retraso en la instrucción judicial es excesivo. En Cataluña, la actuación de los Mossos en los incidentes de la huelga del pasado 14 de noviembre, que causó la pérdida de un ojo a una manifestante, provocó la dimisión inmediata del jefe de los antidisturbios. El juez que dirige la investigación ya ha citado como imputados a dos mossos.