Un panorama seco en 2040

Ha llovido como no estaba en los escritos, pero hace un año no era así. En abril del año pasado los embalses de la región estaban al 64,25%, 25 puntos por debajo del registro actual. El Gobierno regional estaba tan inquieto que incluso había resucitado unos meses antes un plan para provocar precipitaciones bombardeando las nubes con yoduro de plata. El proyecto databa de 2006, cuando Esperanza Aguirre viajó a Israel, pionero en estas técnicas, para interesarse por la tecnología, criticada por los ecologistas.

Varias lunas después la situación era tan complicada o más. Así lo refleja la siguiente anécdota: Borja Sarasola se estrenó como consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio el 28 de septiembre de 2012. Ese día volvió a llover en Madrid tras cuatro meses de ley seca. Ana Isabel Mariño, antecesora de Sarasola en el cargo y que desde esa jornada lleva los mandos de la Consejería de Empleo, Turismo y Cultura, apreció como pocos que volviera a caer agua del cielo. “¡Qué suerte tienes, qué envidia, no sabes lo afortunado que eres!”, exclamó a su colega de Gobierno durante la coronación del actual Ejecutivo autonómico.

Frente a la sobreabundancia de agua actual, los especialistas vaticinan que España será uno de los países más afectados por la subida de la temperatura en el planeta. Por esa razón Miguel Aguado, diputado regional socialista, preguntó hace unas semanas sobre “el impacto que el cambio climático provocará en los recursos hídricos” de la región. “El escenario que se nos plantea, con la tendencia actual es que hacia 2040 o 2050, en la zona norte, en la sierra, hay una disminución del 17 o el 23% del agua y en el resto, en la meseta, entre el 65 y el 73%. Para 2070 es mucho peor, llegando a la mitad y prácticamente al 80%”, advirtió Aguado. Sarasola argumentó que en los últimos años el Canal ha modernizado 14 embalses, 86 captaciones de aguas subterránea, 13 plantas de tratamiento de agua potable y 304 depósitos. “A esto habría que añadir la construcción y el mantenimiento de 17.000 kilómetros de la red de atención y distribución, 130 estaciones de bombeo de aguas residuales y 149 de agua potable, 150 estaciones depuradoras de aguas residuales o 23 plantas de reutilización y los 249 kilómetros de red de agua regenerada”, recalcó.