Escribas y fariseos

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! La frase de Jesús, recogida por San Mateo en su evangelio, sigue vigente 2.000 años después.

 Y no porque estemos en Semana Santa. Sino porque escribas y fariseos se asoman hoy a las primeras páginas de los periódicos.

La semana de pasión comenzó bíblica. Diego Valderas, vicepresidente de la Junta y líder de IU, acusó a Juan Ignacio Zoido, presidente del PP andaluz, de actuar “con cinismo y fariseísmo” en el caso de los ERE. Es decir, con fingimiento y desvergüenza (RAE).

¿Qué había dicho el (aparentemente) bonachón de Zoido para excitar ese lenguaje evangélico del templado Valderas? Sencillo: exigir a otros lo que rechaza para sí mismo.

Zoido pedía al presidente José Griñán que declarara ante el Congreso de los Diputados sobre el fraude de los ERE. Lo acusó también de ser “el cajero” que cebaba los fondos fraudulentos.

Valderas recordó a Zoido que el PP había bloqueado días antes una propuesta de IU para que el Congreso investigara todos, todos, los casos de corrupción. Gürtel-Bárcenas incluido.

La incoherencia del dirigente popular es total. Pero sigue la estrategia marcada por su partido, tras el último movimiento de la juez Mercedes Alaya: colocar en la espalda de Griñán la X de los ERE, desestabilizar el Gobierno de izquierdas y tapar el escándalo Gürtel-Bárcenas.

Para ello, el PP ha retomado la campaña manipuladora de exagerar el alcance del fraude. Ya en agosto del pasado año, ante la comisión de investigación parlamentaria, Javier Arenas fijó en 1.500 millones el monto de lo defraudado. Una cifra que la PPPP (Prensa Palmera del PP) repite machaconamente.

“Botín de 1.400 millones”, resumía en Abc Juan González, el mismo que escribía esta cursilería de la juez Alaya: “Un junco empolvado de blanco”. ¡Qué diferencia con los insultos prodigados al juez que inició la investigación del caso Gürtel, Baltasar Garzón!

Unos y otros, dirigentes del PP y plumíferos de la PPPP, cumplían con su cometido. Los fariseos “afectaban rigor”, pero mentían. Los escribas reproducían “lo que se les dictaba” (RAE).

De nada servía que la investigación que tanto ensalzan hubiera fijado que, por ahora, el monto de lo defraudado es de 136 millones de euros. De los que, con el tiempo y la acción de la justicia, se recuperarán algunos millones.

En un movimiento táctico inteligente, Griñán aceptó acudir al Congreso a explicar los ERE, si Rajoy hacía lo propio y explicaba la trama Gürtel-Bárcenas. Los jefes de Zoido en Madrid se temieron lo peor y rechazaron la propuesta de su hombre en Sevilla.

No es de extrañar en un partido que había enmudecido, acobardado por el extesorero Bárcenas. No les interesa explicar nada, ni en el Congreso, ni ante la prensa. Es decir, ante la sociedad. La dirección del PP ha cancelado las reuniones del comité ejecutivo nacional, del comité de dirección semanal y las ruedas de prensa de los lunes. Cospedal lleva un mes muda. Rajoy dijo el martes en París, tras 88 días silente, que no tenía nada que decir.

¿Nada que decir, cuando acababa de saltar la noticia de que otro tesorero del PP era imputado por el caso Bárcenas? Con Ángel Sanchis, los cuatro hombres que han controlado las finanzas del partido desde hace 31 años han sido imputados (incluido Naseiro). La sombra de la financiación ilegal es cada vez más nítida.

Los ciudadanos están hartos del y tú más. Con razón. Por ello, repetiré una vez más que el fraude de los ERE es absolutamente repugnante; que es increíble que durante 10 años ninguno de los dos consejeros de Empleo sospechara lo que se cocinaba en su departamento.

Pero exagerando hasta la náusea el mal ajeno, el PP no podrá tapar la enorme fosa séptica de la trama Gürtel-Bárcenas. Por mucho que se empeñen fariseos y escribas.

@JRomanOrozco