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Restos arqueológicos romanos en un almacén sin seguridad en Catarroja

Las piezas se encuentran en unas dependencias del polideportivo municipal

Joaquín Gil
Imagen de los restos arqueológicos depositados en Catarroja.
Imagen de los restos arqueológicos depositados en Catarroja.

El almacén del polideportivo municipal de Catarroja (Valencia), un recinto de unos diez metros con humedad y ventilación deficiente, guarda decenas de cajas de fragmentos de la villa romana hallada en la ciudad en 1996. Se trata piezas de cerámica y ánforas de alto valor patrimonial que permanecen sin limpiar ni catalogar desde 2008 y que podrían pertenecer al siglo I antes de Cristo. Los restos históricos comparten espacio con trofeos deportivos, herramientas y prendas de artes marciales en una habitación sin cámaras de vigilancia y cuya custodia depende de un conserje, según Compromís.

Una parte de los fragmentos descansa sobre cajas de cartón y otra está empaquetada en bolsas, según revelan las fotos realizadas el pasado febrero a las que ha tenido acceso EL PAÍS. Las imágenes fueron captadas por una persona a la que no se le requirió la identificación, por lo que se desconoce las visitas exactas que ha recibido este recinto en los últimos meses.

El destino de estas piezas es el Museo de Prehistoria de Valencia, donde se almacenan los restos de las excavaciones realizadas en el yacimiento de Catarroja desde 1996 y una parte de la última campaña de 2008. Compromís culpa al PP, que gobierna en la ciudad con mayoría absoluta, del retraso del traslado del material. Asegura que la alcaldesa popular Soledad Ramón “impidió” la aprobación de una partida de 5.000 euros el pasado año para costear los trabajos de limpieza y catalogación, que realizan dos arqueólogos como paso previo al envío al Museo de Prehistoria de Valencia.

Según esta formación, la “dejadez” del Ayuntamiento ha retrasado tres años la presentación ante la Consejería de Cultura de la memoria de los responsables de la excavación. En este periodo, los restos del yacimiento han pasado por un mínimo de dos emplazamientos diferentes de similares características al almacén del polideportivo. La alcaldesa y el concejal de Cultura, David Nacher, según el grupo, han evitado pronunciarse al respecto en distintas ocasiones. La formación estima que, para terminar las tareas de limpieza y catalogación, los arqueólogos “solo” precisarían un local “digno” con luz, agua, ventilación y medidas de seguridad. Las excavaciones fueron autorizadas por la consejería y sufragadas por el municipio.

Compromís sostiene que Cultura conoce la situación desde 2011 pero “no ha hecho absolutamente nada”. “El Ayuntamiento y la Generalitat son cómplices de un delito contra el patrimonio histórico valenciano”, se queja el portavoz de esta formación en Catarroja, Jesús Monzó, que intentó sin éxito promover una comisión de investigación.

El diputado de Compromís Josep Maria Pañella instó la pasada semana en las Cortes a Cultura a explicar las medidas adoptadas por el Consell para evitar el deterioro de los restos, tras recibir un informe de los arqueólogos.

Los restos almacenados en el polideportivo municipal proceden de las excavaciones realizadas entre 2007 y 2008 en la villa rústica romana de Catarroja, una superficie de 10.495 metros cuadrados en la zona oeste de la ciudad conocida como l’Hort de Pepica. Los arqueólogos estiman que los pobladores originarios producían en este enclave vino que exportaban a África. El yacimiento es el más importante de L’Horta Sud, según un informe de la profesora María Paz García-Gelabert, del departamento de Historia Antigua de la Universitat de València. La última excavación en L’Hort de Pepica recopiló dos hornos de cocción de cerámica, depósitos, cisternas y balsas de decantación. El citado informe recoge la desprotección del recinto. “Algunos vecinos tienen colecciones de objetos de la villa”, indica. La excavación se inició en 1996 para evitar los posibles daños en el enclave histórico derivados por actuaciones urbanísticas. En 2010 se levantó en la zona un colegio autorizado por Patrimonio que fue cuestionado por el equipo de arqueólogos.

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Sobre la firma

Joaquín Gil
Periodista de la sección de Investigación. Licenciado en Periodismo por el CEU y máster de EL PAÍS por la Universidad Autónoma de Madrid. Tiene dos décadas de experiencia en prensa, radio y televisión. Escribe desde 2011 en EL PAÍS, donde pasó por la sección de España y ha participado en investigaciones internacionales.

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