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El Gobierno anuncia recortes salariales en Navantia

El Ejecutivo hará nuevas gestiones en Bruselas para poder construir el dique flotante en Ferrol

“Ajustes salariales”. Sin barcos nuevos en la grada ni contratos a la vista, con un dramático goteo de despidos en las auxiliares que ya pasa de los dos millares y privados de la última paga extra, a los trabajadores de Navantia en Ferrol (2.015) y Fene (240) se les viene ahora encima un más que probable recorte de sus nóminas en una comarca que vive y respira a la sombra de una grúa pórtico cada día más oxidada. Lo anticipó esta tarde el presidente de la SEPI, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales que controla Navantia y que depende, directamente, del ministerio de Economía que dirige Cristóbal Montoro.

Ramón Aguirre, que compareció ante la Comisión de Hacienda del Congreso, pintó hoy un panorama gris oscuro tirando a negro para una reputada compañía, puntera en diseño y construcción naval en todo el mundo, que atraviesa una situación “difícil y complicada”, por no decir, muy deficitaria. Tirando de eufemismo para tratar suavizar un drama laboral, habló de “intensa subactividad” -las dos factorías gallegas agotan sus encargos este verano- y de un “notable incremento de las pérdidas”, con un saldo negativo acumulado desde 2011 que alcanzará los 169 millones de euros al cierre de este año según sus previsiones. El 2012 ya fue un mal año con 77 millones en pérdidas.Aguirre dejó caer que la plantilla tendrá que asumir “ajustes de retribuciones” pero no llegó a sugerir otras medidas aún más drásticas, como el recorte de puestos de trabajo que ya se temen los sindicatos del naval ferrolano. “Nos tendrá enfrente”, sentenció el presidente del Comité, Ignacio Naveiras.

El máximo responsable de la SEPI adelantó que el Plan de Competitividad que prepara Navantia supone la negociación de un nuevo convenio colectivo “que busque la estabilidad” en la masa social que, previsiblemente, tendrá menor remuneración para “asumir la situación crítica” que atraviesa una empresa pública que firmó su último gran contrato con Australia en 2007 aunque presume de 60 acciones comerciales en el exterior que no fructifican o se escurren. “Todos estamos siendo objeto de ajustes salariales últimamente”, comentó Aguirre.

El presidente de la SEPI respondió a la portavoz del BNG, Olaia Fernández, que ya se han iniciado las gestiones formales en Bruselas para explorar la viabilidad de un dique flotante que en enero dieron por perdido argumentando que vulneraba la normativa comunitaria.La rotunda negativa que la SEPI dio a alcaldes y trabajadores de la comarca ferrolana el 28 de enero se basaba en una simple consulta informal sobre un tema que no llegaron a plantear en serio.

Aguirre dijo también que Navantia está a la espera de que Pemex le ordene iniciar la construcción de un flotel en Ferrol que, según sus cuentas, supondrá 1,5 millones de horas de trabajo y 31 meses de actividad. El Comité hace sus cuentas y calcula que la obra empleará a 423 operarios de los 2.225 que hay en nómina en la ría.

El diputado socialista Miguel Cortizo le recordó a Aguirre su “obligación moral” con las familias que viven de la construcción naval mientras que la popular Tristana Morajela echó la culpa al PSOE de Zapatero y celebró que Navantia ya cuente con los avales para construir el flotel de Pemex, que según el Comité, ya estaban preparados antes de las Navidades.

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