El pequeño comercio de Barcelona se enroca contra la apertura en domingo

Las grandes asociaciones del pequeño comercio siguen sin querer oír hablar de libertad horaria. Tampoco de que Barcelona cuente de una zona turística en la que sea posible abrir los domingos, tal y como prevé el Decreto de Liberalización del Comercio que aprobó el Gobierno central el verano pasado. "No nos hemos movido ni un pelo", ha señalado esta mañana Vicenç Gasca, presidente de la Fundación Barcelona Comerç, la organización que mayores disensiones internas tiene que afrontar: varios ejes comerciales, con BarnaCentre a la cabeza, sí que reclaman la creación de una zona con libertad de apertura los domingos.

"La mayoría de los ejes tiene tiene una opinión muy templada y muy tranquilla", ha señalado Gasca apuntando a la existencia de una gran mayoría de ejes comerciales contrarios a la iniciativa que quiere forzar el Ministerio de Economía. "Hemos de ser solidarios con el resto de Barcelona y con el resto de Cataluña", ha sostenido Gasca.

Y esa solidaridad, según los pequeños comerciantes, pasaría por mantener el actual modelo. De otra forma, entienden, el centro de Barcelona rompería el equilibrio actual y crearía un potente efecto llamada sobre los habitantes del resto de barrios de Barcelona e incluso de otros municipios de Cataluña. "Abrir los domingos no traerá más turistas, sino que se dispersará el consumo de una parte a otra", ha señalado Gaietà Farràs, presidente del Gremio de Comerciantes.

En el discurso de las asociaciones que se oponen a la zona turística comercial se ha potenciado la idea de que los comerciantes interesados en abrir todos los domingos abrigan el deseo soterrado de captar mercado interno y no exactamente el turístico, lo que sería un nuevo problema a un sector que en lo que va de crisis ha perdido 46.300 empleos y ha cerrado 3.400 comercios.

El secretario general de Confederación del Comercio de Cataluña, Miquel Àngel Fraile, ha afirmado que solo un 15% de los turistas pasan su estancia en Barcelona en domingo y que la mayoría de ellos lo hacen por un periodo de tres días, por lo que "tienen tiempo para hacer las compras y las aperturas no compensarían al comercio".