El jefe de Carreteras de Ourense pagó por obras que era imposible ejecutar
El funcionario validó una factura por trabajos en una mediana inexistente
La Demarcación de Carreteras de Ourense no solo repartió decenas de contratos a dedo a través de supuestos concursos que en realidad copaban entramados de empresas vinculadas entre sí. También validó y pagó numerosas facturas plagadas de irregularidades que revelan el pago de dinero público por trabajos imposibles de realizar. Decenas de expedientes administrativos de 2009 a 2012 en poder de este diario están salpicados de anomalías: desde obras que autoriza la Demarcación fuera de su jurisdicción hasta reparaciones de elementos de las infraestructuras que no existen.
El funcionario jefe del departamento, Adolfo Güell Cancela, certificó con su firma en diciembre de 2011 el pago a la constructora Misturas Obras e Proxectos de 48.887,65 euros por la “limpieza de mediana en N-525” entre los puntos kilométricos 125,7 y 141,8. En este tramo situado en el entorno de A Gudiña no hay mediana que limpiar. El mismo funcionario del Ministerio de Fomento en Ourense también estampó su firma en julio de 2011 para ratificar el pago de un albarán a Obras y Proyectos SUGE de 4.111,71 euros por el fresado (borrado) de marcas viales en la A-52 entre los kilómetros “48,2 al 50,1”. Ese punto de la infraestructura está en Zamora, a más de 60 kilómetros del límite con la provincia de Ourense y junto a un centro de conservación y explotación viaria del Ministerio de Fomento.
Pagados 33 kilómetros, asfaltados 31
En julio de 2009 Fomento adjudicó tras un concurso público el asfaltado de los 33,2 kilómetros que tiene la A-52 entre la ciudad de Ourense y el límite con la provincia de Pontevedra por 8.902.842 euros. La obra se la quedó Gévora Construcciones SA, que sin embargo no asfaltó todo el tramo contratado, entre los puntos kilométricos 233,9 y 267,1. Una simple inspección visual de la vía permite comprobar que la renovación del firme no comenzó en el kilómetro 233,9 sino en el 235,2. El trecho no asfaltado, 1,3 kilómetros, supone el 4% de lo contratado y equivale a unos 350.000 euros.
Según fuentes de Fomento, la Demarcación de Carreteras de Ourense, encargada de comprobar que los trabajos contratados son efectivamente realizados, justificó que ese asfalto pagado para la A-52 pero que no se aplicó allí fue empleado en otras zonas que requerían más cuidado.
Tras esta extravagante explicación que supone admitir un cambio en las condiciones del contrato, Fomento decidió prohibir expresamente a sus demarcaciones provinciales ese tipo de modificados de obra. La adjudicataria, Gévora Construcciones, es una del medio centenar de firmas que la Comisión Nacional de la Competencia sancionó en 2011 por repartirse ilegalmente contratos públicos. La multa a Gévora fue la segunda más alta de aquel proceso, con 3,1 millones de euros, solo por detrás de Ocasa (5,5 millones) y seguida por Misturas (1,6 millones), Extraco (1 millón) y Betunes y Firmes (100.000 euros). Todas son constructoras habituales en la contratación de obras por parte de la Demarcación de Ourense.
Comisiones Obreras aseguró ayer que el rosario de anomalías en la Demarcación de Ourense motivó ya dos denuncias ante la fiscalía Anticorrupción y pidió el cese del jefe del departamento, Adolfo Güell. Además detalló nuevos indicios de irregularidades en el departamento. Fomento continúa con la investigación y su jefe de Demarcación evitó ayer responder a este diario.
En la A-75 entre Verín y la frontera con Portugal, una vía de apenas 12,8 kilómetros puesta en servicio en junio de 2010, se formalizaron solo un año después de su inauguración y concentrados en cinco meses cuatro contratos para cometidos muy similares: “segado y retirada de vegetación” entre los kilómetros 0 y 4,6; “poda de arbustos” entre los kilómetros 5,6 y 12; “poda de arbustos y segado de hierba y maleza” entre los kilómetros 0 y 12,8; y “mejora de visibilidad” entre los mismos puntos. Más allá de las ligeras diferencias en el objeto de las distintas adjudicaciones, el concepto que detallan los contratos fue siempre el mismo: “Segado de hierba y maleza, incluso retirada de los productos a vertedero [Y]\[y\]retirada y poda de arbustos en taludes de desmonte”.
Las empresas invitadas a competir para ejecutar los trabajos se repiten e incluso mantienen vínculos societarios entre sí. El primer contrato se lo llevó Seviga por 43.005,22 euros tras imponerse en el hipotético concurso a Construcciones Rías Bajas y Aopil. El segundo encargo también fue para Seviga por 42.660,60 euros. Esta firma quedó por delante de las constructoras Xérmolo y Obras y Proyectos SUGE. El Registro Mercantil evidencia la relación entre dos de las sociedades que en principio pujaban por estas obras: Xérmolo es propiedad de Torres Bascuas, socio a su vez de Seibe 2000, empresa del mismo grupo que Seviga.
La tercera adjudicación recayó en Geseco por 49.500 euros. Supuestamente competía con Copasa y Seviga (Geseco y Copasa están participadas en un 25% y un 12,5%, respectivamente, por la sociedad Legio Auriense SA). El cuarto contrato fue a parar a Copasa por 49.912,83 euros frente a Aopil e Infoelco (esta última, administrada por José Antonio Osorio Montero, que administró otra empresa del propietario de Aopil, Amando Martínez Deaño, ex presidente del PP de Ribadavia).
Aopil, una de las habituales beneficiarias en la concesión de obras de este departamento, recibió por esas mismas fechas encargos directos (sin mediar concurso alguno) de la Demarcación de Carreteras de Ourense.Facturó 4.865,14 euros a cambio de 775 metros de malla de cerramiento para los kilómetros 1,3 a 3,6 de la misma autovía A-75. La infraestructura tenía apenas un año de vida. Son varias las facturas pagadas por la Demarcación de Ourense por trabajos similares o idénticos en fechas y puntos kilométricos muy próximos que se entregaron a dedo. De haberse contratado a través de un único procedimiento se tendrían que abrir a más competencia.
Otro ejemplo es el albarán emitido por GED Integral el 30 de octubre de 2009 por 4.488,74 euros a cambio de 280 metros de barrera de seguridad para los kilómetros 183,6 a 199,4 de la A-52. Cinco días después Protección Vial factura 4.360,49 euros por otros 272 metros del mismo tipo de barrera para los kilómetros 183,2 a 202,1 de la misma autovía.
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