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La Ciudad de la Luz se queda a oscuras

Los pleitos judiciales pendientes lastran la venta del centro de estudios de cine de Alicante

Instalaciones de la Ciudad de la Luz en una jornada de puertas abiertas en agosto de 2012.
Instalaciones de la Ciudad de la Luz en una jornada de puertas abiertas en agosto de 2012.PEPE OLIVARES

En la Ciudad de la Luz apenas hay actividad. Justo ahora se cumple un año desde que se rodara la última película. La historia de este proyecto, que un día soñó el cineasta Luis García Berlanga y materializó Eduardo Zaplana siendo presidente de la Generalitat, arrastra un cúmulo de despropósitos y errores casi imposibles de asumir: sobrecostes en las obras, despilfarro, pérdidas económicas, pleitos a varias bandas, desavenencias entre los gestores privados y los políticos...

El resultado final es que el centro de estudios se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para la actual Generalitat, presidida por Alberto Fabra, del PP, que no sabe cómo salir del laberinto que le dejaron en herencia sus predecesores. La Generalitat quiere vender los estudios, pero no puede hacerlo hasta que se resuelvan los pleitos pendientes en los tribunales.

“Es una pena, tenemos los mejores estudios de Europa, pero su gestión ha sido ruinosa”, asegura, Javier González, gerente de Aguarmarga, la empresa privada que se encarga de captar clientes y comercializar las películas. El empresario destaca los buenos equipamientos, su emplazamiento único, cerca del aeropuerto, hoteles baratos, buenas alternativas para rodar exteriores… “Pero los políticos quisieron hacerse fotos con los famosos, asumir las riendas y fracasaron”, agrega, González que mantiene un litigio con la Generalitat por impago de 1,6 millones de euros. El productor y humorista José Luis Moreno admitía esta semana que estudia la posible compra de estos estudios.

Hace un año que no se rueda una película, apenas hay actividad

Pero mientras tanto, la Ciudad de la Luz se ha convertido en una losa muy pesada para el Consell, que ya soporta muchos lastres. La diputada socialista en las Cortes, Eva Martínez, ha rastreado todas las licitaciones y adjudicaciones referidas a este complejo desde 2001 en el Diari Oficial de la Generalitat y ha descubierto unos escandalosos sobrecostes en las obras. Los socialistas están convencidos de que la Ciudad de la Luz ha costado “mucho más de los 265 millones de euros” que estima la Unión Europea. Y como ejemplo cita varias obras: una rotonda de acceso que costó 2,3 millones de euros, y que a los pocos meses se la llevó el viento, la garita de acceso, que costó otro millón de euros, los 10 millones de un edificio de oficinas que está por estrenar, los 15 millones de la Escuela de Cine o los 2,8 millones en gastos de fontanería.

A los elevados costes en la ejecución de las obras del proyecto, hay que sumar los dos procesos judiciales abiertos que bloquean la venta del complejo. Por un lado, está pendiente de resolución el recurso que la Generalitat presentó en agosto del año pasado contra la resolución de mayo de 2012 de la Comisión Europea que ordenó al Consell a devolver los 265 millones de euros que Ciudad de la Luz había recibido de Bruselas.

Y el otro pleito arrancó en 2010, después desde agosto de 2009 Ciudad de la Luz dejara de pagar a Aguarmarga por sus servicios. La empresa gestora de los platós presentó una demanda de reclamación de cantidad y en diciembre de 2010 Ciudad de la Luz comunicó la ruptura del contrato con Aguamarga. Aunque todo se ciñe a la deuda pendiente, Ciudad de la Luz alegó supuestos graves incumplimientos en su gestión para prescindir de sus servicios. La Generalitat adjudicó el contrato de arrendamiento a esta empresa en diciembre de 2000, y lo renovó en 2004 y 2005, pero dejó de pagar lo establecido en el contrato a la empresa en 2009. Aguamarga, que en la actualidad está en concurso de acreedores, presentó una demanda en la que reclama 1,6 millones de euros por la deuda pendiente. El juicio está previsto que se celebre el próximo mes de abril. El director actual, José Antonio Escrivá, a raíz de la sentencia de Bruselas ordenó por escritos en reiteradas ocasiones, la última en octubre de 2012, a Aguamarga que abandonara los estudios, pero la empresa se resiste hasta que resuelva el conflicto judicial que está pendiente.

El centro es en un quebradero de cabeza para la Generalitat

Y ante este complicado escenario, los nuevos responsables de la consejería van hablando cada uno por su cuenta. Mientras el secretario autonómico, Rafael Carbonell, atribuyó la actual falta de rodajes a la sentencia de la Unión Europea, la nueva consejera de Educación y Cultura, María José Català, dijo que el recurso de Aguamarga “influye en la actividad” y por eso no se rueda. No obstante, Català moderó el discurso oficial al admitir públicamente que mientras no se resuelvan los pleitos no se puede vender. “Estamos pendientes de los procesos judiciales, y eso influye en la actividad”, declaró en Alicante. Su antecesora en el cargo Lola Johnson dijo en reiteradas ocasiones que Ciudad de la Luz estaba en venta, y llegó a especular sobre supuestos compradores y negociaciones con inversiones internacionales.

Ahora la Generalitat al menos ya tiene claro que no se puede vender hasta que no se resuelvan estos procesos judiciales, y luego “se intentará abrir a la participación de capital privado”, dijo Català. Es decir, primero arreglar el desaguisado judicial y luego intentar vender. El vicepresidente del Consell, José Ciscar, dijo que Ciudad de la Luz tenía “bastantes pretendientes” porque sigue siendo un producto “atractivo”. No obstante, el reto es difícil y complejo teniendo en cuenta la actual situación económica, con la ausencia de inversores potentes que puedan estar interesados en el mercado audiovisual, y si tienen en cuenta la experiencia de fracaso acumulada, todavía menos.

20 proyectos y 42 millones que se evaporan

E. MOLTÓ

“Ciudad de la Luz y el IVAC (Instituto Valenciano del Cine) han dejado escapar más de 20 proyectos cinematográficos que hubieran supuesto una inversión de más 42 millones de euros para la provincia de Alicante”, asegura Javier González, responsable de Aguamarga gestión de estudios, la empresa privada que se encarga de captar productoras y directores dispuestos a rodar en Alicante. Sin embargo, por “falta de interés, inaptitud, incapacidad y por un evidente boicot que pretende hundir a Aguamarga”, según González, estas iniciativas han buscado otros emplazamientos. Y la lista de proyectos que pudieron ser y no han sido es larga y abultada.

Una de las grandes productoras independientes de los Estados Unidos, Relativity Media, estaba dispuesta a ocupar durante cinco años cinco platós. El proyecto era rodar Black Flag, película con un presupuesto de 85-120 millones de dólares, con una inversión de 400 millones en cinco años a cambio de la devolución de gasto local del 9%, previa justificación. Pero la iniciativa, según Aguamarga, fue rechazada por los responsables de la Generalitat en noviembre de 2010, que "se negaron incluso a recibir a un representante de Relativity", afirma González.

Con la productora Arcadia se intentó firmar un acuerdo para rodar tres películas, una de ellas, la recién galardonada con varios goyas, Blancanieves, que suponía una inversión de tres millones de euros. La negociación fracasó. Los responsables políticos de Ciudad de la Luz, según Aguamarga, se negaron a recibir a los representantes de la productora catalana Nostromo dispuesta a firmar un contrato de tres películas, entre ellas Grand Piano.

Aguamarga cita otras muchas películas que en los últimos tres años han sido "boicoteadas" por los responsables políticos que han gestionado el complejo o la política audiovisual de la Generalitat. Algunos de los casos más llamativos son el de la galardonada con un oscar a los mejores efectos visuales Life of Pi y Open Windows, dirigida por Nacho Vigalondo, que se ha rodado en Texas y Madrid. Al IVAC no les interesaron estas propuestas, al igual que Guernika, 33 días, que protagonizará Antonio Banderas y que se rodará en Bilbao este mes de junio. Torrente 4 o Mortadelo y Filemón son otros de los proyectos que pese a llegar a interesarse por poder rodar en Alicante al final se esfumaron. Aguamarga completa la lista de proyectos fracasados con algunas series televisivas que también se interesaron por el centro de estudios. El barco se fue a Madrid y El corazón del océano, de Antena 3 planteó una coproducción con Canal 9 pero la entonces consejera, Lola Johnson la rechazó porque "quería buscar un sustituto a L'Alqueria blanca del mismo estilo", según la representante de Aguamarga que llevó la negociación. El flamante tanque de agua, en el que se rodaron las escenas del tsunami de Lo imposible está seco y vacío. Aguamarga ha traído esta semana a una productora francesa interesada en rodar allí pero "si la Generalitat no abre el grifo para llenarlo no podemos vender el complejo con toda su potencialidad", asegura González.

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