Puig pide a las patronales que avancen en su fusión

El consejero de Empresa y Empleo, Felip Puig, ha pedido esta mañana de forma abierta a las patronales que avancen en su proceso de fusión. “Necesitamos más cooperación, el ejemplo de unidad sindical profundizarlo también en el ámbito patronal”, ha manifestado durante un desayuno informativo organizado por el Forum Europa en Barcelona. El consejero ha echado mano de símil futbolístico para lamentar que Cataluña tenga “una visión fragmentada, de actores que siguen la misma pelota sin capacidad de alinear, cuando la capacidad de generar empleo será también fruto del concierto”.

Las dos grandes patronales catalanas, Pimec y Foment, han protagonizado varios amagos de fusión, pero todos han resultado fallidos. El último acercamiento serio se produjo antes del verano pasado y se rompió, como en otras ocasiones, por el desacuerdo en el reparto de poder en la organización saliente.

Partiendo de la base de que el paro y la creación de empleo son “el objetivo enfermizo y obsesivo del departamento”, el consejero ha abogado por “cambios de verdad”, “urgentes” y “radicales”. Unos cambios que deben cumplir, a su juicio, tres objetivos complementarios: Lla reactivación económica, la transición nacional y la regeneración ética de nuestra sociedad”. Puig se ha mostrado muy vehemente en la necesidad “imperiosa para la economía” de que Cataluña tenga “más poder de decisión”, de la necesidad de “tener una nación con mentalidad de Estado”. Y ha negado que este discurso suponga dar las culpas a España: “Lo que reivindicamos es poder tener la culpa, que nuestros errores sean fruto de lo que decidimos”, ha dicho.

Puig considera que la falta de poder de decisión perjudica a Cataluña en cuestiones como el modelo energético, comercial, el marco de relaciones laborales y ha recordado la voluntad de tener competencias plenas en Seguridad Social o en autorización de permisos de trabajo a los inmigrantes.

Sobre la relación entre la administración pública y las empresas, Puig ha admitido que existe un problema de desconfianza mutua. Las empresas ven a la administración como un ente que a menudo les fiscaliza y le falta agilidad y en este sentido ha apostado por superar la administración previa a través de una nueva ley de simplificación administrativa. Con todo, Puig ha reprochado a las empresas que “descansen en los filtros de la administración”. “Debe desaparecer la tutela previa, pero no las obligaciones del empresario. ¿Queremos un modelo intervencionista o ágil y de confianza, donde la responsabilidad no se delega, se asume?”, ha preguntado.

Puig, por último, ha advertido de que a Cataluña le quedan dos años de presupuestos austeros. En este sentido, se ha mostrado muy preocupado y ha recordado que el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, “trabaja con un objetivo de déficit del 1,5%” con la esperanza de que el Gobierno español acabe rebajando el objetivo. Cuadrar las cuentas al 0,7% de déficit “será im-po-si-ble”, ha asegurado.