El Papa se despide con la concesión del Año Jubilar de la Santa Faz en 2013

El Papa Benedicto XVI, que se retira el próximo 28, ha concedido para 2013 el Año Jubilar de la Santa Faz, una concesión que suma a la dada a la reliquia alicantina en febrero de 2012 cuando otorgó indulgencias a todos los peregrinos hasta 2019.

Según un comunicado de la Diócesis de Orihuela-Alicante, la apertura de este año jubilar tendrá lugar el lunes 18 de marzo a las 11 horas en el monasterio de la Santa Faz, con una celebración presidida por el obispo diocesano, Jesús Murgui.

Desde que en 1490 el Papa Inocencio VIII concediese las primeras bendiciones por medio de una Bula Apostólica a quienes visitasen y venerasen la Santa Faz en Alicante, son muchos los Pontífices que han reconocido el valor del culto de este lugar sagrado.

La última concesión fue el 22 de febrero del año pasado, cuando Benedicto XVI otorgó, hasta el 2019, indulgencias a todos los peregrinos. La nota señala que se ha recibido con gran alegría y agradecimiento esta noticia que viene a confirmar la importancia de la "Santa Faz" como lugar de peregrinación.

En el año 2011, el actual obispo emérito de la Diócesis de Orihuela-Alcante, Rafael Palmero, solicitó al santo padre, recogiendo las peticiones del Cabildo de la Concatedral de San Nicolás, la comunidad de Clarisas de la Santa Faz y del capellán del Monasterio que cuando el 17 de marzo, día del Milagro de la lágrima, coincidiera en domingo se celebrara un año jubilar, lo cual ha sido aceptado este año.

Además, como en 2014 se cumplirá el 525 aniversario del milagro de la lágrima, estos dos acontecimientos se han unido y la celebración durará dos años, teniendo su momento más culminante cuando, el año próximo, el jueves de la Peregrina coincida con el 1 de mayo.

La indulgencia plenaria consiste en la remisión ante Dios de la pena temporal merecida por los pecados ya perdonados, obtenida para sí mismo o para los difuntos. Pueden obtener la indulgencia plenaria este "Año jubilar", cumplidas debidamente las acostumbradas condiciones de confesión sacramental, comunión eucarística y oración por el Sumo Pontífice, todos los que o bien individualmente o en grupo visiten la iglesia conventual de las Clarisas de la Santa Faz y allí participen en los sagrados cultos. O bien quienes pasen un tiempo en piadosas consideraciones ante la sagrada imagen expuesta a la pública veneración.