Picasso vuelve a Ferrol por partida doble
Una exposición de 30 litografías del pintor malagueño convive con la reinterpretación de dos nuevos creadores gallegos
De las paredes del centro cultural Torrente Ballester de Ferrol cuelgan desde hoy 30 litografías firmadas por Pablo Ruiz Picasso. Siluetas de su amante o las recurrentes cabezas de toro recortadas sobre paisajes provenzales en blanco y negro. 'Diurnes' es el resultado de la alianza artística el que artista malagueño selló con el fotógrafo francés André Villers a mediados de los años 50.
Los dos coincidieron en Vallauris, una ciudad de la Provenza francesa próxima a Cannes en 1953, y forjaron una amistad que duró dos décadas, hasta la muerte del pintor. Fascinados por el paisaje que los rodeaba, a medio camino entre los Alpes y la Costa Azul, Picassó y Villers idearon medio centenar de litografías para una serie que bautizaron como 'Diurnes', o lo cotidiano. Combinan figuras humanas -Jaqueline, la amante de turno de Picasso- recortadas a mano en papel con otros símbolos de su ideario como el caballo sobre los fondos naturales que captaba Villers con su personalísima perspectiva.
Descartaron 20 y las otras 30 se publicaron en París, en 1962 con textos del poeta Jacques Prévert y una tirada de mil ejemplares de la mano del editor alemán Heinz Berggruen. La muestra, que abre sus puertas este jueves (20:00 horas) es doble. De forma paralela a 'Diurnes, Picasso/Villers', la concejalía del Cultura ha programado una segunda exposición con Picasso como protagonista, pero visto por el prisma de dos artistas gallegos de nueva hornada.
Con 'En torno a Picasso', Juan López (Ferrol, 1973) y Misha Mies Golas (Lalín, 1977), “dialogan” con la obra del pintor vanguardista mediante collage y otras técnicas. Misha bautiza sus composiciones como 'Artefactos O y Amalgamas Y' y transforma patrones de costura en fracciones de arte mientras que los montajes de López incluyen piezas sonoras y combinan dibujo e imágenes con referencias a la filosofía y la literatura con las que pretende “abrir vías a la reflexión” sobre la incomunicación, la pasividad, la desmemoria y la distopía.
La última vez que la firma de Picasso pisó la ciudad naval fue en febrero del 2011 con 'Suite Vollard': 97 calcografías que el pintor realizó en la antesala de la Guerra Civil, entre 1930 y 1936, y que la Fundación Caixa Galicia trajo a su sede ferrolana veinte años después de que la muestra se exhibiese por primera vez completa en A Coruña
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