La Policía registra las sedes de Método 3 en Barcelona y Madrid

Desde las cuatro de la tarde, agentes de la Policía Nacional registran las sedes de la agencia de detectives Método 3, cuyo propietario y tres extrabajadores fueron detenidos el lunes por presunta revelación de secretos, en Madrid (Calle Bahamonde, 10) y Barcelona (Diagonal, 520). En el registro de la delegación de la capital catalana están presentes dos fiscales anticorrupción, Emilio Sánchez Ulled y Fernando Bermejo.

A parte de los registros a los centros de trabajo, los agentes también están registrando las viviendas de los cuatro detenidos ayer, tres de ellas en la capital catalana (en las calles Aragón, Aribau y Ballester) y la última en Gavá, en la provincia de Barcelona. Los cuatro arrestados, según informaron fuentes policiales, son responsables de la agencia de detectives Método 3, epicentro de un caso al que el Ministerio del Interior ha dado máxima prioridad por la “alarma social”. Se trata de Francisco Marco, propietario de la agencia, y los directivos de la empresa de detectives Elisenda Villena, Julián Peribáñez y Alex Borreguero, a quienes se acusa de revelación y descubrimiento de secretos (artículo 197 del Código Penal). Dos de los arrestados intentaron implicar en el espionaje a la líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho.

Peribáñez y Borreguero admitieron que grabaron "a instancias de sus jefes" la reunión en el restaurante La Camarga (Barcelona) entre Alicia Sánchez-Camacho, líder del PP catalán, y María Victoria Álvarez, exnovia de Jordi Pujol Ferrusola, hijo del expresidente de Cataluña, al que acusó de haber participado en operaciones de evasión de capitales. Las detenciones se llevaron a cabo por agentes de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona, por orden del Juzgado de Instrucción número 21 de la capital catalana.

Desde medianoche, tras las detenciones, policías de paisano ya custodiaban la puerta del edificio donde está la oficina central —en la confluencia de la avenida Diagonal y la calle Tuset en Barcelona—, para impedir que nadie pueda entrar ni llevarse documentos.