Un testigo desmiente al juez la versión de Blasco y Vela sobre la filtración

El reportero gráfico Ferran Montenegro, que el 20 de noviembre pasado cubría la sesión de las Cortes Valencianas, desmintió ayer ante el juez la versión exculpatoria sobre el supuesto delito de revelación de secretos mantenida por el exconsejero de Hacienda José Manuel Vela, que declaró como imputado en la causa, y el exportavoz del PP en el Parlamento autonómico Rafael Blasco, que lo hizo en calidad de testigo.

Montenegro, citado también como testigo, aseguró al magistrado que aquel día vio cómo Vela se giraba en su escaño y le hacía llegar un sobre a Blasco, sentado dos filas detrás de él. A continuación, Blasco abrió el sobre y lo examinó de forma disimulada debajo de la mesa. Montenegro, que cubría la sesión parlamentaria para Levante-EMV, explicó que desde el lugar en el que se hallaba no pudo captar con la cámara el contenido del documento, pero que su compañero Benito Pajares, de El Mundo, sí pudo hacerlo. Pajares hizo varias fotos, señaló Montenegro, y ampliando la imagen en la propia cámara digital ambos pudieron comprobar que en el documento se indicaba que se trataba de un informe dirigido al juzgado de instrucción número 21 de Valencia, dentro del procedimiento 1743/2011.

El documento confidencial iba dirigido a la juez del ‘caso Blasco’

Esa es la causa en la que Blasco estaba y sigue imputado, acusado por la Fiscalía Anticorrupción de ser el “director” de una trama corrupta dedicada a saquear los fondos que la Generalitat destinaba a la cooperación al desarrollo en países pobres.

Montenegro agregó, según fuentes conocedoras de su declaración, que poco después Blasco salió del hemiciclo y permaneció fuera unos minutos. Tras volver a su sillón, el exportavoz parlamentario popular y muchas veces consejero abrió de nuevo el informe y lo leyó tranquilamente, esta vez encima de la mesa. Montenegro tomó varias fotografías en las que podía apreciarse el contenido de los folios. Se trataba de un informe remitido por la Intervención General de la Generalitat a la juez de instrucción del caso sobre la legalidad de la concesión de ayudas de la Consejería de Solidaridad que dirigía Blasco. Se daba así la circunstancia de que el principal imputado en la causa tenía acceso, según las evidencias gráficas que obran en la causa, al informe confidencial antes que la magistrada a quien estaba dirigido.

El incombustible político popular está acusado de saquear los fondos

Si el juez instructor lo entendiera así, Vela y el entonces interventor general de la Generalitat y autor del informe, Salvador Hernándiz, se enfrentarán a penas de inhabilitación para empleo o cargo público de uno a tres años como autores de un delito de revelación de secretos. Un tipo agravado del mismo delito, cuando de la revelación resulte grave daño para la causa, contempla, además, pena de prisión de uno a tres años y que la inhabilitación se extienda hasta cinco años.

El segundo testigo clave en la causa, el fotógrafo Benito Pajares, pidió aplazar su declaración por motivos personales, lo que fue aceptado por el instructor que lo ha vuelto a citar el 25 de febrero. Fuentes del entorno de Pajares aseguraron, sin embargo, que su versión de los hechos es la misma que la de Montenegro. Ello, unido a otras evidencias como la grabación del circuito interno de las Cortes (que recoge la entrega de un sobre de Vela a Blasco) y las fotografías tomadas por los reporteros gráficos, significa problemas para Vela.

El exconsejero de Hacienda, que cometió presuntamente la revelación de secretos en un momento económicamente crítico para la Generalitat y dimitió al ser imputado, rehusó hablar con la prensa sobre su declaración por respeto, afirmó, al procedimiento. Vela ha venido negando hasta ahora haber filtrado el documento.

Blasco sí habló al abandonar el juzgado. “No he tenido nunca ningún informe de la Intervención General, y lo que tuve fue la intervención de Vela en la presentación de los Presupuestos de la Generalitat”, afirmó. ¿Cómo es posible que el informe aparezca entonces en las fotografías?, se le preguntó. “No hay ningún informe en la foto”, alcanzó a responder contra toda evidencia mientras se marchaba. Blasco declaró como testigo, lo que significa que estaba obligado a decir la verdad bajo la advertencia de que puede ser perseguido judicialmente por falso testimonio.