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Lo inédito de Palazuelo

Granada acoge una exposición sobre el artista madrileño que reúne 48 piezas

'Red III', de Palazuelo.
'Red III', de Palazuelo.

Las obras de Pablo Palazuelo (Madrid, 1916-2007) reflejan la vida de un artista marcado hasta el último de sus días por la arquitectura, la lectura, la alquimia y el trabajo constante y apasionado por el dibujo. Considerado uno de los referentes del arte contemporáneo español del siglo XX, unas 3.000 obras del artista continúan guardadas en carpetas en la fundación que recibe su nombre. Después de años de estudio sobre su trabajo, una selección de medio centenar de piezas inéditas se exhiben hasta el 30 de junio en el Centro Cultural de CajaGranada, en la capital granadina.

Pablo Palazuelo. Inédito. La colección del artista es un recorrido por las diferentes etapas de creación, por las disciplinas que trabajó y las influencias que recogió de otros compañeros de profesión. “La muestra reúne obras de su primera etapa y de los últimos 15 años. Lo que hemos querido es que se viera el conjunto. Su obra es muy cósmica porque era una persona que le gustaba beber de las fuentes, devoraba libros de todo tipo: arquitectura, alquimia, esoterismo…”, explica la comisaria de la exposición Marisa Oropesa.

En los cuadros de su primera etapa, se observan las influencias de sus estudios de arquitectura en Oxford. “Se vuelve mucho más cartesiano y aprende la disciplina que quizás no hubiera adquirido si se hubiera formado en España”, continua Oropesa. Palazuelo estaba obsesionado por la pintura de Kandisnsky o Paul Klee y en 1948 recibe una beca para estudiar en París. “Ese es realmente el punto de inflexión, cuando él empieza a conquistar su espacio y su mundo”, desvela la comisaria.

Los trabajos expuestos pertenecen a la primera etapa de Palazuelo y a sus últimos 15 años

La selección que se exhibe en Granada son 48 piezas entre óleos, esculturas y gouaches, casi todas inéditas creadas entre 1949 y 2004. “Estaban metidas en carpetas, prácticamente desde que se dibujaron. Pablo Palazuelo era un productor extenso, no paraba de dibujar y de pintar. Hay un montón de cosas que terminaba y a lo mejor no las seleccionaba para que salieran a la luz porque tenía otras cosas montadas en la cabeza. Al final acababan guardadas. Hay más de 3.000 obras en la fundación”, recuerda su sobrino nieto Andrés Palanca Palazuelo.

Palazuelo era un pintor muy lento y las líneas rectas, que caracterizan la mayoría de sus obras, estaban hechas a pulso y sin utilizar plantillas. En su última etapa como creador dejó de repente de hacer rectas y se pasó a las curvas, reflejo de ello es su última gran obra: un óleo sobre lienzo sin título de 2004. “Un soltero que se dedicó en pleno al mundo del arte, lo vivió y lo disfrutó hasta el último minuto de su vida”, define con cariño Oropesa a Palazuelo.

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