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sanidad

El brote de leishmaniasis sigue activo y sumó el año pasado 150 casos

El Informe del Estado de Salud de la Población muestra el alcance de la leishmaniasis La esperanza de vida en Madrid está en 83,7 años, bajan los fumadores, crece la obesidad

Elena G. Sevillano
Gráfico de evolución de la leishmaniasis en la Comunidad de Madrid.
Gráfico de evolución de la leishmaniasis en la Comunidad de Madrid.

El brote de leishmaniasis que afecta desde mediados de 2009 a Fuenlabrada y otros municipios del suroeste de la región — el mayor conocido hasta ahora en España— no remite. Antes de ese año, era excepcional encontrarse con un caso de esta enfermedad parasitaria en Madrid. Se contrae por la picadura de un insecto, el flebotomo, que previamente ha picado a un animal infectado, generalmente un perro, aunque en el brote de Madrid las liebres han desempeñado un papel decisivo. El Informe del Estado de Salud de la Población de la Comunidad de Madrid 2012, presentado hoy por el Gobierno regional, deja constancia de la extensión del brote, que no se ha dado por cerrado, y que sumó el año pasado 150 casos, unos 500 en los últimos tres y medio.

El insecto, conocido también como mosca de la arena, actúa como transmisor del parásito, que pasa a la sangre del nuevo huésped y provoca dos tipos de afección: la cutánea, que reviste menos gravedad, y la visceral. Esta última, que afecta a órganos como el bazo y el hígado, es mortal si no se trata adecuadamente. El informe de la Consejería de Sanidad señala que fue en el último trimestre de 2010 cuando empezó a detectarse un aumento anormal en el número de casos de leishmaniasis. Casi todos correspondían a la zona suroeste de la Comunidad de Madrid.

Posteriormente, los técnicos de la consejería determinaron que la fecha de comienzo del brote fue en julio de 2009, no a mediados de 2010, “porque a partir de entonces se inició una acumulación de casos en el territorio epidémico”, señala el texto. Desde el 1 de julio de 2009 hasta el 2 de octubre de 2012, se notificaron 471 casos de leishmaniasis en la región. Una cifra inaudita. Antes de 2009, se detectaban entre 15 y 25 casos al año en toda la Comunidad. En 2007, fueron 15.

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Por municipios, las personas afectadas por leishmaniasis residen en Fuenlabrada (322 casos), Leganés (37 casos), Getafe (20) y Humanes de Madrid (5 casos), según detalla el informe. “El 36,7% de los enfermos asociados al brote han presentado una leishmaniasis visceral y el 63,3% restante, una leishmaniasis cutánea”, añade. Pero ni la Comunidad de Madrid ni los Ayuntamientos de la zona alertaron entonces a la población de la existencia del brote, que afecta especialmente a las localidades que rodean una amplia zona verde llamada Bosquesur. No fue hasta el verano de 2012 cuando se editaron los primeros carteles informativos y se repartieron folletos en los que se explicaba en qué consiste la enfermedad y cómo se contagia. Pese a detectar la epidemia en 2010, y haber empezado esta en 2009, no se diseñó ninguna campaña para alertar a la población de que tomando precauciones muy básicas podía evitarse la picadura.

También fue el año pasado cuando se inició la campaña para eliminar a uno de los supuestos culpables del brote: las liebres que habitan en Bosquesur. La Comunidad declaró en abril pasado “comarca de emergencia” Fuenlabrada y alrededores y permitió la caza “excepcional” de liebres y conejos, de los que considera que hay superpoblación y que han podido actuar como reservorios (huéspedes o portadores) del parásito. La medida se adoptó dos días después —el 29 de marzo pasado— de que este periódico informara por primera vez de la existencia del brote. La campaña de caza del verano pasado acabó con entre 1.000 y 1.200 liebres, según los cálculos que hacía en agosto pasado el presidente de la Federación Madrileña de Caza, Nicanor Ascanio. Los animales fueron sacrificados. Los datos definitivos aportados por la Consejería de Sanidad son 1.125 liebres y 122 conejos capturados.

Cuando saltó la noticia, varios expertos criticaron la actuación de la Comunidad, a la que acusaban de no haber alertado a la población de la existencia del brote y de carecer de protocolos de actuación para hacerle frente. Una encuesta entre médicos de familia reveló que la mitad de ellos no se sentían capacitados para sospechar una leishmaniasis visceral, la más grave, según una ponencia leída en un simposio celebrado en el hospital de Fuenlabrada a finales de marzo de 2012. Un alto cargo de Sanidad llegó a negar entonces la existencia del brote: habló solo de “repunte de casos”.

La Consejería de Sanidad ha asegurado que en los últimos tres meses del año 2012 se confirmaron tres casos de leishmaniasis visceral, lo que es un “buen indicador”, puesto que en el mismo periodo del año anterior fueron 47. El brote, sin embargo, aún no se da por cerrado y los técnicos continúan estudiando los casos. Un informe oficial reciente señala que en las dos primeras semanas de este año se notificaron tres nuevos casos.

El flebotomo es un mosquito pequeño, de color amarillento y vuelo silencioso, que pica de noche y suele refugiarse en madrigueras, cuevas, vertederos y alcantarillas. De ahí que el verano pasado se llevara a cabo una campaña de fumigación y limpieza de escombreras en los Ayuntamientos de la zona. Los flebotomos viven en época de calor, entre mayo y octubre. Nacen sanos; es decir, sin el parásito. Para transmitirlo primero deben picar a un animal infectado y después a una persona.

El Informe del Estado de Salud de la Población de la Comunidad de Madrid 2012 incluye muchas otras informaciones basadas en fuentes de información sanitaria y demográfica. El consejero Lasquetty ha destacado esta mañana que Madrid cuenta con una mayor esperanza de vida al nacer, con 83,6 años de media, por encima de la nacional (82,1 años). "Los madrileños vivimos seis años más que hace dos décadas", destacó el consejero, que añadió que la región ha ido mejorando los indicadores de salud en los últimos años. Lasquetty lo atribuyó a "la calidad del sistema sanitario público de la región".

El informe destaca el descenso de la mortalidad gracias al menor impacto de las enfermedades del sistema circulatorio y respiratorio. Ha bajado también la mortalidad a causa de tumores, aunque es la primera causa de defunción en los hombres (en las mujeres, son las enfermedades circulatorias). El informe señala que los "hábitos saludables" de los madrileños han ido mejorando las estadísticas. Por ejemplo, las de fumadores, con "una disminución relativa del 10%" entre el año 2011 y el 2010.

El 41,9% de la población madrileña de entre 18 y 64 años tiene sobrepeso u obesidad y la tendencia es al alza, han señalado esta mañana los responsables de la Consejería de Sanidad. Esta mañana también han destacado que la tendencia ascendente que se venía observando desde finales de los años noventa se truncó a partir de 2009. La edad media en la que las mujeres madrileñas dan a luz a su primer hijo también crece y se sitúa en 31,5 años. Los responsables sanitarios alertaron también de otro problema de cara al futuro: el progresivo envejecimiento de la población. El 15% de la población es mayor de 64 años. 

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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