Reus descapitaliza la funeraria y la empresa de aguas para salvar la Fira

Innova, el holding empresarial del Ayuntamiento de Reus (Baix Camp), vuelve a estar en la picota tras aprobar ayer su consejo de administración una descapitalización de la funeraria y la sociedad Aguas de Reus para salvar a otra empresa, Reus Desenvolupament Econòmic (Redessa), de la que el Consistorio posee más del 90% de las acciones. Redessa está acuciada por las deudas y se precipitaba a la liquidación, en parte porque de ella depende el retorno del crédito para construir la nueva Fira, un agujero negro de las finanzas del Consistorio heredado de anteriores mandatos, cuando Lluís Miquel Pérez (PSC) era alcalde y el ex presidente del Instituto Catalán de la Salud (ICS), Josep Prat, estaba al frente de Innova. La deuda del Ayuntamiento de Reus y sus empresas asciende a 389 millones de euros.

El capital para salvar a Redessa proviene de las reservas de la empresa municipal de aguas, que inyectará 7,25 millones de euros, y de la funeraria, que se desprende de 650.000 euros. Desde Innova también se traspasarán 1,05 millones. En total, Redessa recibirá 8,9 millones, necesarios para pagar los créditos de la nueva Fira, pero los interrogantes no se despejan porque, más allá de esta inyección, no se sabe cómo podrá hacer frente el Ayuntamiento a las cuotas futuras.

El problema que lastras las finanzas municipales nace de un intrincado plan financiero: El Consistorio proyectó reconvertir la antigua feria en un centro comercial de la mano de la constructora Metrovacesa. El Ayuntamiento se gastó tres millones en derrumbar la antigua feria, adecuar los terrenos y trasladar el equipamiento a otra parte de la ciudad, donde se ubica Tecnoparc, un centro tecnológico. Para construir la Fira Redessa pidió un crédito de 37,6 millones, que fue avalado directamente por el Ayuntamiento. Los anteriores gobernantes calcularon que este crédito sería pagado con los ingresos generados por el centro comercial. Metrovacesa debía pagar al Ayuntamiento un canon de 25 millones de euros en cinco años y 2,2 millones anuales a partir del sexto. Sin embargo, si este centro no se inauguraba, la constructora estaba exenta de estas cuotas. Este funesto escenario acabó por hacerse realidad.

En 2011, Metrovacesa paralizó las obras por la crisis, el Consistorio rompió el contrato con la constructora el mes pasado y la infraestructura es hoy un fantasma de hormigón a medio construir.

La CUP  de Reus califica la operación de  “trilerismo” y especulación financiera”

El Ayuntamiento argumentó que aprueba la recapitalización de Redessa para impedir que se ejecute el aval bancario, algo que significaría una estocada mortal a las cuentas municipales. Redessa también está participada por la Cámara de Comercio de Reus, el Consejo Comarcal del Baix Camp y los Ayuntamientos de Falset, Prades, Flix, La Sènia y Cambrils.

El alcalde de Reus, Carles Pellicer (CiU), calificó la ampliación de capital de medida de “urgente y necesaria. Ponemos el contador a cero”. Las críticas de la oposición se han hecho sentir: Una de las empresas de las que se extrae dinero, la funeraria, está en proceso de privatización. El concurso público para externalizarla fue declarado desierto y ahora la oposición teme que con esta extracción de dinero se malvenda. Respecto a la sociedad de aguas, adeuda 2,5 millones a proveedores, y aunque Pellicer negó que el movimiento de capital responda la intención de venderla también, un informe ya estaría barajando subir el precio del agua para paliar el traspaso de capital, extremo que el alcalde no comentó ayer.

“Aguas de Reus acabará en la UCI”, advirtió ayer Jordi Pouget, representante de Ara Reus. La CUP califica de “trilerismo” y “especulación financiera” el funcionamiento de Innova y volvió a denunciar la opacidad del holding. “Continuamos sin conocer la realidad de las empresas en las que participamos. Continuamos sin saber el número de trabajadores de la plantilla, sus condiciones laborales, la deuda de las empresas con los bancos”, expresó la CUP.