Barcelona será la capital mundial del Modernismo el próximo mes de junio
La ciudad acogerá el I Congreso Internacional sobre el Art Nouveau El Modernismo, entre lo cosmopolita y lo autóctono, será el eje del encuentro
En abril de 2000, el Victoria and Albert Museum de Londres celebró una de las mayores exposiciones que se han organizado nunca sobre Art Nouveau, el arte que bajo diferentes denominaciones: Modern Style en el mundo anglosajón, Sezession en Austria, Jugendstil en Alemania, Liberty en Italia y Modernismo en España se desarrolló en casi toda Europa entre 1893 y 1914. La exposición, que marcó un antes y un después en la consideración de este estilo como arte global, no contó con obras enviadas desde Barcelona. Tras no recibir respuesta desde la ciudad, su comisario Paul Greenhalgh, decidió colocar en su lugar lámparas Tiffany creadas en los Estados Unidos. Las cosas han cambiado y Barcelona, en estos años ha vivido una revolución modernista en la que este patrimonio ha pasado de estar denostado y criticado a gozar de la máxima protección (la ciudad cuenta con nueve edificios modernistas catalogados como Patrimonio de la Humanidad), además de ser uno de sus grandes motores turísticos, ya que el 80% de los 16 millones de visitantes que pernoctaron en 2012 en la ciudad aseguraron que lo hicieron para ver edificios como La Pedrera, la Casa Batlló o el Palau de la Música. Entre el 26 y el 29 de junio, Barcelona acogerá un congreso internacional sobre modernismo que será un punto y aparte en el estudio de este estilo que transformó y modernizó la arquitectura y las artes decorativas.
El congreso que acogerá Barcelona en junio servirá para celebrar los diez años de la revista internacional que edita la Ruta Europea del Modernismo, una iniciativa del Instituto del Paisaje Urbano del Ayuntamiento de Barcelona, y que tiene el respaldo de 71 ciudades que conservan este patrimonio, como Glasgow, Berlín, Riga, Bruselas, Nancy, Melilla o Barcelona, entre otras.
“La revista visualiza de forma global el Art Nouveau y sus valores y aúna esfuerzos para asegurar su supervivencia”, asegura Lluís Bosch, de Paisaje Urbano, y uno de los mayores impulsores del congreso barcelonés.
Durante cuatro días se debatirán sobre las características comunes y las diferencias de las ciudades Art Nouveau, la tradición local, su carácter cosmopolita, la historiografía, los retos de futuro, la difusión de este patrimonio, y se analizará lo que le debe el diseño actual al Art Nouveau, un momento en que se planteó por primera vez el concepto de diseño total. Mireia Freixa, presidenta del Comité Científico del Congreso, asegura que el cambio en la consideración del Modernismo se produjo en 2002 cuando se celebró el Año Gaudí, que sirvió para “situar en el mapa del modernismo a Barcelona”. Para la catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Barcelona, y directora de Gracmon (Grupo de Investigación en Historia del Arte y del Diseño Contemporáneos), Gaudí es sinónimo de turismo, pero también de patrimonio que implica conservación, uso responsable y divulgación. “Y para eso el congreso tendrá un papel fundamental”.
El congreso tendría que haber coincidido con la magnífica exposición Las otras Pedreras que se puede ver en el edifico del paseo de Gràcia hasta el 24 de febrero, pero al final no ha podido ser. “La exposición es un buen ejemplo de las dos características del modernismo: su carácter autóctono y su cosmopolitismo y sirve para ver qué se hacía fuera cuando aquí trabajaban arquitectos como Gaudí, Puig i Cadafalch o Domenech i Montaner.
Según Freixa “no está mal que el patrimonio modernista esté en manos privadas, que cubren el papel que no han hecho las instituciones públicas. El problema es que el patrimonio se explote mal, sea por un museo público o privado. Se le ha de dar un uso correcto, digno, sin frivolizar y sostenible”. Desde el congreso celebrado en 2002 en Nancy no se organizaba uno monográfico sobre el Art Nouveau, como el que vivirá Barcelona. Freixa explica que se han recibido más de 80 comunicaciones de todo el mundo. “Hay mucha expectación en la comunidad científica, estarán todos los que tienen que ver con el modernismo”. Entre ellos tres de los popes: Françoise Aubry, Paul Greenhalgh y Janis Krastins.
Daniel Giralt-Miracle, que fue comisario del Año Gaudí en 2002 , es otro de los miembros del comité científico, asegura que el congreso permitirá ver cómo otras ciudades trabajan el tema de la conservación, la documentación y la difusión. Según el historiador “desde una perspectiva histórica, hasta hace 20 o 30 años, la historiografía ignoraba el modernismo barcelonés”. Por suerte, la cosa ha cambiado con la publicación de libros, la celebración de congresos, o incluso el fenómeno turístico. Giralt-Miracle asegura que “la situación actual de crisis obliga a trabajar de forma conjunta las iniciativas privadas y públicas”. Para él, “Barcelona ha vivido una primera fase de descubrimiento del modernismo a través de sus fachadas, pero ahora toca descubrir los interiores y los patios, a través de ello estimular la conciencia civil para que se abran la gran cantidad de edificios inaccesibles, y el congreso ha de tener un papel fundamental en eso”.
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