Un activista de Stop Desahucios acuciado por las deudas se suicida en Córdoba
El fallecido, casado y con una hija, vivía de alquiler tras haberle sido imposible pagar el crédito con el que pagó la construcción de su casa
Un activista de la plataforma Stop Desahucios se ha suicidado este viernes en Córdoba. Francisco José Lema Bretón, de 36 años, casado y con una hija de ocho, llevaba años asfixiado por las deudas. Había pedido dos créditos hipotecarios para construir su casa con sus padres y suegros como avalistas de los mismos. Tras entregar su vivienda por no poder asumir sus cuotas, las entidades todavía le reclamaban 25.000 euros, según sus amigos. Fran, como le conocían, intentó suicidarse en 2011 clavándose un cuchillo frente a una oficina bancaria de Córdoba. Tras recuperarse, conoció a la plataforma Stop Desahucios y empezó a colaborar con la misma.
Francisco era obrero de la construcción, como su padre. Juntos, con ayuda de su madre y su esposa, levantaron la casa en la que vivían. Para ello hipotecó la vivienda de sus suegros, con la que compró el terreno, y la de sus progenitores, para conseguir los materiales.
Una primera caída que le mantuvo de baja durante un año fue solo el anticipo de las dificultades que vendrían. La crisis de la construcción le dejó en paro y los impagos comenzaron a amontonarse. “Su mayor miedo era que llegasen a desahuciar a sus padres o a sus suegros”, según su compañero en la plataforma, Rafael Blázquez.
Cerca de 500 personas se han concentrado en Córdoba para protestar contra los desahucios
Desesperado se plantó delante de una oficina bancaria y trató de abrirse el cuello con una cuchilla retráctil. Pese a las heridas serias que se hizo no llegó a cortar ninguna zona vital. Fue entonces cuando comenzó a frecuentar el bulevar del Gran capitán de Córdoba, lugar donde acampaba el movimiento 15-M y en el que esta tarde cerca de 500 personas se han concentrado para protestar contra los desahucios y guardar varios minutos de silencio en su recuerdo, informa Efe. Empezaba a hablarse del problema acuciante de los impagos de las hipotecas y a gestarse la plataforma Stop Desahucios en la que Francisco terminaría colaborando.
“Lo hice para avisar a los bancos de lo que se les viene encima. Porque, por desgracia, no voy a ser yo el único”, confesaba el propio Francisco en un reportaje grabado por el periodista Alberto Almansa en 2011. “Todos sabíamos que era una persona a la que había que ayudar porque lo estaba pasando muy mal. Él lo había sufrido mucho porque se sentía engañado por los bancos. Les había dado su casa, la casa que había construido con sus manos y seguían pidiéndole dinero”, asegura Blázquez.
Los últimos meses habían sido de recuperación. Tras pasar una temporada en casa de sus padres, Francisco logró alquilar un piso. Con la intermediación de Stop Desahucios también consiguió una ayuda para hacer frente a las mensualidades. Del mismo modo, en octubre, recuperó la ayuda de 426 euros mensuales para personas en paro y sin prestación.
Pero las facturas seguían llegando. La última, este mismo viernes, de la Agencia Tributaria. Tras dejar a su hija en el colegio, Francisco se ha tirado desde un cuarto piso.
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