Gas Natural Fenosa se centrará en el negocio exterior y la reducción de costes

Gas Natural Fenosa se centrará en los próximos años en la internacionalización, la política financiera y la reducción de los costes, en el marco de la revisión de su plan estratégico que presentará durante el primer semestre. Así lo ha afirmado este jueves en un desayuno de PWC y La Vanguardia el consejero delegado de Gas Natural Fenosa, Rafael Villaseca, quien ha incidido en la necesidad de actualizar al plan estratégico 2010-2014 para adaptarse a la situación actual, marcada por la caída del consumo en España y el impacto del Real Decreto Ley 12/2012.

"Estamos preocupados por la evolución de los mercados domésticos y la situación regulatoria", ha declarado Villaseca, y ha subrayado que el futuro pasa por invertir en mercados en crecimiento —la compañía creció un 10% en Latinoamérica de enero a septiembre de 2012—, como los latinoamericanos, y mantener una sólida situación financiera, una prioridad clarísima —en sus propias palabras— del nuevo plan.

"La política financiera continuará siendo uno de los ejes de nuestra compañía en los próximos años" junto con el fortalecimiento de balance, ha añadido, tras precisar que la ratio de endeudamiento es unas tres veces el resultado bruto de explotación (Ebidta).

Villaseca ha cargado también contra el aumento de las subvenciones —11.163 millones de euros en 2012— a energías como las renovables y el carbón, mientras el consumo eléctrico acumula tres años de caídas en España, por contribuir al déficit de tarifa. "Esto obliga a subir mucho las tarifas o tenemos un agujero, porque estas subvenciones garantizan que las renovables no tienen riesgo de mercado, y en cambio tienen niveles de ingresos notables", ha afirmado el consejero delegado de la compañía, con 20 millones de clientes en el mundo, nueve de ellos en España.

Ha remarcado que un 42% de las plantas españolas de producción de electricidad están subvencionadas y que en 2012 produjeron el 48% de la electricidad, al tiempo que la deuda de los consumidores con las compañías ha escalado hasta los 34.500 millones, de los que faltan 26.000 para pagar.