Los recortes más cercanos

Los recortes llegan en nombre de la crisis, pero no siempre se acompañan de argumentos y cifras que demuestren que no hay otra alternativa. Muchos ayuntamientos andaluces están poniendo en riesgo servicios tan esenciales como la limpieza, la seguridad o el transporte público alegando que, en época de escasez, hay que ajustar al máximo los presupuestos. La poda suele comenzar por el mismo sitio: las nóminas de los empleados municipales. Sobre sus cabezas dibujan una nube negra que en cualquier momento puede descargar un Expediente de regulación de empleo (ERE) que termine por dejarles definitivamente en la calle. La primera negociación funciona y aceptan bajar sus sueldos o renunciar a derechos adquiridos durante numerosas negociaciones. Pero la situación se repite y el cinturón se aprieta hasta que se quedan sin respiración. Entonces vienen las huelgas, rescates de servicios públicos, negociaciones... Todo por el ansia de una tijera demasiado afilada.

Estas políticas también empeoran notablemente la calidad de vida de los ciudadanos de a pie. En Almería, Granada o Málaga, la supresión de las contrataciones eventuales del servicio de limpieza, ha hecho que las calles estén más sucias. Acumulan más basura porque hay menos operarios trabajando y los servicios se concentran por el centro y los lugares turísticos. Este verano, la edil Deborah Serón (PSOE) pedía al alcalde almeriense que cogiera “las escobas de Oro y Platino” y se metiera en faena. Los recortes en el servicio de limpieza almeriense —1,6 millones desde el pasado junio y hasta septiembre de 2013— han sacado de las calles a más de 60 trabajadores.

En Granada, desde 2010 se ha pasado de limpiar todos los barrios a diario, a hacerlo tres veces por semana, especialmente los periféricos (Chana, Zaidín, Zona Norte, algunas calles del Realejo). El centro y las zonas más turísticas siguen limpiándose a diario. Inagra, la concesionaria, lo prioriza. La reducción de 7,8 millones en 2010 produjo una merma evidente del servicio, según explica el comité de empresa. Calculan que se han reducido unas 24.000 jornadas de trabajo anuales.

En Jaén, la basura podría dejar de recogerse todos los días y su alcalde, Enrique Fernández de Moya, ha deslizado la posibilidad de hacerlo por la mañana para ahorrarse el plus de nocturnidad de los empleados. “Nos tememos lo peor, porque si le van a rebajar a la contrata (FCC) la aportación más de dos millones es posible que repercuta en la plantilla”, indica Pedro Sánchez, portavoz de los 250 trabajadores.

Servicios esenciales, como el transporte público, son cada vez más caros, sin que se produzca un incremento notable en su calidad. En Sevilla, el billete sencillo de autobús ya cuesta 1,40 euros, un 5,69% más que en 2011, año de la última subida. En Málaga, 1,30 euros, un 4,8% más que en 2011. Granada se mantiene en 1,20 euros, pero a costa de un empeoramiento de las condiciones.

“Las líneas de autobuses granadinas llevan reduciéndose tanto en número como en frecuencia desde 2007”, aseguran desde su comité de empresa. Se nota especialmente en los recorridos universitarios, que tienen mucha demanda y en los que se han suprimido vehículos. Los autobuses van repletos a hora punta. Sus trabajadores han llegado a un acuerdo con la concesionaria Rober para evitar una huelga indefinida. El trato estará vigente durante 2013. El año próximo hay prevista una reestructuración íntegra de las líneas.

Esta escasez de fondos de los municipios, provocada por la ausencia de ingresos y las políticas restrictivas de gasto del Gobierno, han agudizado el ingenio de las corporaciones. En los últimos años se han creado nuevas figuras impositivas u optado por subir el precio de servicios públicos alegando que no son rentables.

Por ejemplo, un grupo de mayores que hacía gimnasia en el Polideportivo de El Carmen de Estepona (Málaga) ha pasado de pagar cinco euros por sus clases a 17 en la temporada 2012-2013.

Los propietarios de nichos de los cinco cementerios de Almería tendrán que pagar 54 euros por su mantenimiento, y en el Parque Cementerio de Málaga el uso de la sala de ceremonias aconfesional ha empezado a costar 50 euros, cuando antes no había que pagar nada.

CC OO alerta de que también se está haciendo una reordenación del callejero en Sevilla para cobrar más impuestos por la instalación de veladores en los comercios aledaños al centro. “Es una subida encubierta”, considera Miguel Ángel Santos, secretario de relaciones institucionales del sindicato en Sevilla.

Jaén ha instalado una nueva tasa de 150 euros por las bodas civiles, en las que se prohíbe el lanzamiento de arroz, para ahorrar en limpieza y en Málaga, quienes soliciten una licencia de obra y se la denieguen deben abonar las horas que hayan trabajado los técnicos.

En el capítulo de seguridad, el 16 de enero los policías locales de Huelva se vieron obligados a patrullar en autobús porque tenían los coches averiados. En la vecina Aljaraque (19.000 habitantes) sus agentes han llegado a hacerlo a pie, también por falta de vehículos, y tienen pendientes de cobrar nueve nóminas.

En esta tala frenética se han quedado por el camino numerosos servicios esenciales que afectan a los más vulnerables. El Expediente de regulación de empleo aprobado en Estepona, por ejemplo, ha dejado a la ciudad sin escuela de adultos o el departamento de discapacidad. En Jerez, otro ERE ha desmantelado la oficina del Defensor del Ciudadano. Los despidos han afectado a cuatro de los cinco empleados jerezanos. El defensor, Francisco Reinoso, se ha declarado “incapaz” de atender a los vecinos sin personal.

Las medidas de tasa de reposición cero de algunos empleados públicos, impuestas por el Gobierno, han dejado al Ayuntamiento de Sevilla con 840 vacantes por fallecimientos, excedencias o jubilaciones. Los efectos, según los sindicatos, han provocado el cierre de cinco oficinas de empleo en barrios muy necesitados como Polígono Sur o Torreblanca, y la clausura de otras cinco bibliotecas por falta de personal.

La limpieza de los colegios y edificios oficiales de Sevilla tiene 200 operarios menos. “Ya no se puede limpiar tan a fondo, en lugares tan importantes, como los que acuden los más pequeños”, considera Manuel Loza, presidente del comité de empresa del Ayuntamiento hispalense.

Las trabajadoras de limpieza de los colegios públicos de Jerez anunciaron el viernes una nueva huelga indefinida. Comenzará el próximo 11 de febrero y el principal motivo es la deuda a los empleados del sueldo de un mes y medio. La presidenta del comité de empresa, Inma Barea, advierte que parte de la plantilla ya limpia los 47 centros educativos de Jerez “a medio gas”. Varios directores de centros ya han protestado por la deficiencia del servicio.

Con información de: Valme Cortés, Ginés Donaire, Ana Huguet y Lucía Vallellano.