Nati pierde su botón de la tranquilidad

La calma de Nati Polo Segovia, de 77 años, ha dependido en los últimos años de “un botón” que le permitía llamar a los servicios sociales en caso de verse apurada. Esta granadina, risueña y muy resulta, lamenta que el Ayuntamiento de su ciudad rescinda este apoyo a partir de abril alegando que, con ello, quiere evitar “duplicidades”. Nati no está conforme con la explicación: “El servicio municipal es mucho más amplio que el que presta la Junta, incluye custodia de llaves, detectores de humo... Son un primor y me da mucha pena, pero no podría pagarlo por la vía privada porque los precios están subiendo y dependo de mi pensión”, explica la mujer.

La alternativa de Nati es solicitar a la Junta que le preste este servicio pagando 18,8 euros al mes. Se le otorgará, sin cumple las condiciones exigidas. Sin familia en Granada, salvo una prima hermana, Nati depende de este servicio para vivir tranquila. “No me puedo quedar sin esto (...) me lo llevo al baño, si estoy tocadilla lo dejo en la mesita de noche... Si los necesitas, llegan muy rápido”, asegura.

La eliminación de estos servicios, tanto en Almería (donde hay 1.500 usuarios) como en Granada (3.400), ha puesto a la Junta en un brete. “A partir de diciembre ha habido un repunte enorme de estas solicitudes (...) No tenemos problemas en acogerlos, pero también tendría que haber un traspaso de presupuesto”, considera Jesús Huerta, director de la agencia de Servicios Sociales. Hasta el momento, estos servicios se prestaban en virtud de acuerdos, ahora suspendidos, entre el Gobierno y la Federación española de municipios y provincias.