La ponencia de paz se hace esperar

El Parlamento repite la fotografía de la pasada semana. El arranque del segundo pleno ordinario ha estado marcado por la posposición, por segunda semana consecutiva, del debate para la creación de una ponencia de paz, ya que la Junta de Portavoces no ha incluido este punto en el orden del día. Asimismo, el pleno ha vuelto a votar, como primer punto del día, la enmienda a la totalidad a una proposición no de ley del PP de condena a ETA debatida la pasada semana. Dos empates forzados por la nueva correlación de fuerzas en la Cámara vasca en torno a la propuesta del PNV obligaron a relegar al segundo pleno del año la votación del texto, que ha precisado hoy de tres votaciones por confusiones a la hora de votar en la bancada de EH Bildu, que en un primer momento han votado en contra y después han vuelto a abstenerse, como ya hicieron el pasado jueves, lo que ha hecho que se repita el empate.

Con el único voto a favor del PNV, la abstención de EH Bildu y el voto en contra de PSE, PP y UPyD, la iniciativa ha decaído. El texto presentado recogía que, además del cese de la violencia, es necesario un “proceso dirigido a la disolución de ETA”. La enmienda del PNV establecía también, en sus tres puntos, que la paz y la convivencia del futuro “requieren el reconocimiento de la injusticia de la violencia, el reconocimiento del daño causado y de la dignidad de las víctimas”, así como que es necesario “reconocer la responsabilidad de cada cual en el pasado” y las consecuencias que esto tuvo en las “vulneraciones de los derechos humanos”.

La proposición no de ley del PP fue rechazada, al igual que la enmienda a la totalidad de UPyD. Los socialistas retiraron su texto por contener este la creación de la ponencia de paz, un asunto cuyas negociaciones se han estirado hasta esta semana. La enmienda de EH Bildu, centrada en “terminar con toda vulneración de los derechos humanos”, reclamaba un “diálogo integrador y sin exclusiones ni condiciones” como la vía para la convivencia, no ha sido votada. También ampliaba el radio de acción y se refiere a trabajar la paz y la convivencia más allá de los muros del Parlamento, algo que el resto de partidos rechazan. El texto reconocía “el dolor y el sufrimiento causados por todas las violencias en Euskal Herria” y citaba expresamente a las víctimas de ETA y a las de la “estrategia represiva y la guerra sucia del Estado Español”, así como la reparación de todas ellas.