El Teatre Nacional cierra su Sala Tallers durante dos años por la crisis

Cierre provisional de la Sala Tallers durante dos años como sala de exhibición con el consiguiente reajuste de los espectáculos programados en ella, así como de aquellos programados en las otras dos salas, y anulación del espectáculo internacional previsto para el festival Grec de este año. Estas son las medidas adoptadas por el Teatre Nacional de Catalunya (TNC) para hacer frente al descenso de ocupación y de ingresos por venta de entradas desde que se aplicó el aumento del IVA en septiembre.

 Sergi Belbel, el actual director artístico del teatro, acompañado por la gerente del mismo, Mònica Campos, expuso ayer la difícil situación financiera que atraviesa la institución, especialmente delicada por el relevo en la dirección que tendrá lugar el próximo 1 de julio. “La comisión económica del Consejo de Administración me ha hecho ver la necesidad de tomar esta decisión para evitar que Xavier Albertí se quede sin presupuesto; además la Sala Tallers siempre ha sido la más deficitaria”. Belbel afirmó que las medidas no hubieran sido tan dramáticas de seguir él al frente del teatro, porque “habría pasado algún espectáculo de esta temporada a la siguiente, por ejemplo”, y ha reconocido que ni siquiera se le ha ocurrido plantear a Albertí esa posibilidad.

Exceptuando Groenlàndia, de Jordi Faura, que se mantiene en la Sala Tallers con las mismas fechas y número de funciones, el resto de la programación de lo que queda de temporada se ve alterado en detrimento de todos los implicados. “Hubiera podido anular uno o dos de los espectáculos que no tenían el contrato firmado y dejar los otros como estaban, pero he preferido mantener el compromiso con todos y aplicar medidas más equitativas”. Así, tras hablar con los artífices de los montajes afectados, ha pactado nuevas condiciones que suponen en algunos casos cambio de sala (los T6 No parlis amb estranys, de Helena Tornero, y Atraco, paliza y muerte en Agbanäspach, de los jóvenes Nao Albert y Marcel Borràs pasan a la Sala Petita) y en todos ellos reducción del número de funciones que pueden llegar hasta la mitad de las estipuladas en un principio. Las 430 funciones programadas durante esta temporada quedarán en 360. El único espectáculo cancelado ha sido Panorama, del coreógrafo francés Philippe Decouflé, una de las apuestas internacionales del Grec 2013. Tanto los sueldos de los artistas como las partidas de producción han sido drásticamente mutilados: “El importe destinado a vestuario de los T6 es ahora de trinchera”.

El TNC venía registrando una ocupación media superior al 70% hasta la implantación del nuevo tipo de IVA que ha hecho que esta descendiera al 55%, según el teatro. La venta de abonos y entradas ha caído alrededor del 30% con respecto a la temporada anterior. Mònica Campos, gerente del teatro desde hace unos meses, manifestó que, con todo, y gracias a la recaudación lograda por Agost durante el primer semestre y a unos remanentes que les han dado un cierto margen, la institución ha podido cerrar el 2012 sin déficit. Los números con vistas a este 2013 son aún un misterio. Los presupuestos de este año siguen en trámite parlamentario y el Consejo de Administración está elaborando un exhaustivo plan de viabilidad para garantizar la continuidad del TNC como centro de creación y producción, y que pasará, entre otras revisiones, por buscar incentivos y rebajar las tarifas. Por de pronto, los espectáculos del T6 reprogramados en la Sala Petita son ahora más asequibles (15 euros). Belbel tiene claro que todos estos cambios y sacrificios valdrán la pena. “La filosofía de un teatro nacional no tiene por qué cambiar, pero este es como un transatlántico que va a velocidad de velero y es necesario un replanteamiento entre la infraestructura y su actividad”. La web del TNC (www.tnc.cat) facilita toda la información relativa a los cambios y a la devolución de entradas.