Bonastre ve “remota” la opción de Nissan de fabricar un turismo

La posibilidad de que Nissan adjudique un turismo a la planta de la Zona Franca de Barcelona es “remota”. Así de claro fue ayer el secretario de Ocupación de la Generalitat, Ramon Bonastre, que hasta el martes ejerció de meses de mediador en el conflicto entre la empresa de matriz japonesa y los sindicatos como responsable de Relaciones Laborales. Bonastre apoyó sus palabras en el mensaje que desde el viernes pasado repite la dirección de Nissan: Barcelona ha perdido el coche, un turismo que supondría la creación de mil puestos de trabajo directos y otros 3.000 indirectos, además de una inversión de 130 millones de euros.

La adjudicación situaría a la fábrica barcelonesa en un nuevo nivel dentro de la multinacional japonesa, porque añadiría turismos a una producción que ahora se limita a furgonetas, subrayó Bonastre. El secretario pidió “corresponsabilidad a las partes”. Por parte de la empresa, además de repetir como un mantra que “no hay nada que hacer”, la dirección dice que no sabe cuando está previsto que se reúna de nuevo la cúpula europea de la empresa, un encuentro en el que probablemente se adjudicará el coche.

Por parte de los sindicatos, el conflicto está algo menos embarullado que una semana atrás, pero poner de acuerdo a las partes es todavía un tetris. El pasado lunes, y tras recibir el sábado el apoyo de sus afiliados, el sindicato USOC formalizó la firma del preacuerdo alcanzado con la empresa durante la semana pasada. CC OO y UGT han pactado otro texto que someterán a votación el sábado entre sus afiliados.

Por parte de los sindicatos, el conflicto está algo menos embarullado que una semana atrás, pero poner de acuerdo a las partes es todavía un tetris

La raíz del conflicto está en la doble escala salarial que Nissan exige a sus empleados como condición para mejorar la “competitividad” de la fábrica de la Zona Franca, que la dirección asegura que es la más cara del sector en Europa.

Sobre la amenaza de hasta 340 despidos en puestos de trabajo fuera de la producción en Seat, Bonastre afirmó que la Generalitat ejerce “tutela directa” pero confió que puedan evitarse “aplicando flexibilidad”.