El Gobierno catalán recuerda que la meta de CiU y ERC es el Estado propio

El Gobierno catalán recordó ayer que CiU se presentó a las últimas elecciones autonómicas con un programa con el objetivo de que Cataluña se convierta en un futuro en un nuevo Estado de la Unión Europea. Francesc Homs, portavoz de Artur Mas, recalcó que ese es también el deseo de Esquerra (ERC), el partido que le otorga estabilidad parlamentaria. Homs lanzó ese mensaje horas después de que los dos socios registraran en el Parlamento catalán una declaración soberanista muy rebajada respecto al borrador previo. El texto, que se debatirá en una semana, ya no vincula la consulta a la obtención del Estado y pone el acento en el derecho a decidir.

CiU y Esquerra, PSC, Iniciativa y la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) impulsaron sus particulares propuestas. Los socios gubernamentales, que suman 71 de 135 diputados, dulcificaron el documento para seducir a los partidos de izquierda. El guiño contentó a los 13 diputados ecosocialistas y nadie duda de que este grupo y los tres parlamentarios de la CUP buscarán consensuar un único texto. No es el caso del PSC, que puso ayer tierra de por medio. Los socialistas presentaron un documento en favor de la reforma federal de la Constitución y de una consulta pactada con La Moncloa. De entrada, el PSC mostró su férrea oposición a que la declaración de CiU y ERC defina a Cataluña como sujeto soberano jurídico y político, los términos que indicarían que solo los catalanes y no el resto de españoles voten en el referéndum. Ese punto lo apoya ICV.

“Esa definición es una ilegalidad. Hay que hacer las cosas bien”, lamentó el portavoz socialista Maurici Lucena, partidario de que el Ejecutivo de Mas y el de Rajoy negocien en dos años el cambio jurídico para que el referéndum sea legal. Lucena recordó que los Gobiernos de Canadá y el Reino Unido hicieron lo propio para autorizar las consultas de Quebec y Escocia. El PSC intenta con la medida evitar un choque con el PSOE, que se opone al derecho a decidir. Pero no impedirá que el resto de los partidos llamen a su puerta. Homs le pidió “gestos” como el que han hecho CiU y ERC al suprimir la mención al Estado propio, y Dolors Camats, de ICV, avisó al PSC de que si no se suma al consenso cometerá “un error”. ERC ya alertó de que su definición de soberanía es “irrenunciable”.

Y también lo es para el Gobierno catalán, que la incluirá en su nueva Ley de Consultas cuando tenga el no de La Moncloa. Oriol Junqueras, líder de ERC, dudó que el PSC tenga el “coraje” de apoyar el texto y pidió a su líder, Pere Navarro, que “no haga perder el tiempo”, porque el PP nunca aceptará una reforma de la Carta Magna. El Ejecutivo de Mas dio ayer un nuevo paso para promover la consulta y nombró a Roger Albinyana, dirigente de Convergència, nuevo secretario de Asuntos Exteriores.