Juzgados tres constructores reconvertidos en atracadores de bancos
En menos de un año asaltaron siete oficinas, la última en Lleida
La crisis en el sector inmobiliario llevó a tres constructores de Zaragoza a cesar en su actividad y convertirse de la noche a la mañana en expertos atracadores de bancos. En menos de un año asaltaron a mano armada siete oficinas en las comunidades de Cataluña, Aragón, Madrid y Navarra y obtuvieron un botín de más de 400.000 euros.
Carlos Manuel S.R., Fernando V.I. y Francisco E.A. han sido juzgados hoy en Lleida por el último atraco cometido en una sucursal bancaria de La Caixa de esta ciudad el 21 de febrero de 2012, de donde se llevaron 160.000 euros tras intimidar a dos empleadas con un revólver. La fiscal del caso solicitaba inicialmente cinco años de prisión para los tres acusados, pero al comienzo de la vista los dos primeros han reconocido los hechos y han aceptado tres años y medio.
El tercer acusado, considerado el cabecilla de la banda, no ha aceptado la rebaja de la pena al considerar su abogado que la condena más ajustada debe de ser de un año y nueve meses por concurrir en él una eximente incompleta por trastorno mental.
Los tres atracadores fueron detenidos en junio pasado, dos de ellos en Zaragoza y otro en Lleida cuando supuestamente estaba realizando preparativos para asaltar otra oficina de la misma entidad. Según la policía, la banda solía estudiar de modo minucioso el entorno de la sucursal y a sus empleados, actuaba casi siempre cinco minutos antes de cerrar las puertas y, a veces, esperaba que se cumpliera el tiempo de retardo de la apertura de las cámaras acorazadas.
La investigación se inició a mediados de 2011, cuando se detectó que el mismo grupo estaba actuando en diferentes ciudades y que cada vez incrementaba la frecuencia con la que cometían los asaltos. Una vez identificados los miembros del grupo se establecieron varios dispositivos de vigilancia que llevaron a su detención. En los registros domiciliarios la policía intervino 18.000 euros, dos armas de fuego simuladas, dos vehículos, seis teléfonos móviles, 49 cartuchos, planos de entidades bancarias y material para disfrazarse.
Los acusados, que ya han sido juzgados y condenados por otros dos de los siete atracos cometidos, han manifestado durante el juicio que las armas utilizadas eran de plástico. Sin embargo, las dos empleadas que fueron encañonadas por Francisco E.A. han declarado que se sintieron muy intimidadas porque el arma les pareció de verdad porque era “dura y fría”. La fiscal también ha pedido que se prohíba a los acusados acercarse a menos de 200 metros de la sucursal atracada durante más de ocho años. Curiosamente la entidad asaltada en Lleida ya lleva más de un mes cerrada.
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