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“¿Oriol Junqueras? Yo no como con quien pide mi dimisión”

Duran revela que anuló un almuerzo con Mas porque iba a estar el líder de ERC

Àngels Piñol

A Esquerra, el partido que otorga estabilidad al débil Gobierno de Artur Mas, no le tembló el pulso la semana pasada cuando se sumó al clamor de toda la oposición para que Josep Antoni Duran Lleida dimita por el caso Pallerols sobre la financiación ilegal de Unió. Oriol Junqueras, líder de ERC, pidió el lunes a Duran que asumiera “responsabilidades políticas” y Oriol Amorós, portavoz adjunto de ERC en el Parlamento catalán, le invitó a cumplir su palabra y a renunciar a su cargo, tal y como dijo que haría en 2000, cuando anunció que se iría si se demostraba la financiación ilegal de Unió. Pues bien: eso ha ocurrido, Duran no se ha ido y el episodio ha contribuido a empeorar más las relaciones entre las dos formaciones.

Fue el propio Duran, con una actividad frenética ayer en internet, el que reveló que anuló para el martes (no se sabe si el de esta semana pasada o para mañana) una comida con el presidente de la Generalitat, Artur Mas, porque estaba invitado Junqueras. “Yo personalmente dije que la anularía. Yo no me siento con alguien que pide mi dimisión”, responde sin ambages el democristiano que circunscribe la relación que mantiene con Esquerra a un mero pacto de estabilidad parlamentaria y niega que los independentistas sean sus socios.

El caso Pallerols ha debilitado la posición de Duran en esta complicadísima relación a tres que sustenta el Gobierno de la Generalitat. Tras 16 años de litigio, Unió alcanzó el lunes un pacto con la Fiscalía y ha aceptado devolver 388.000 euros de los fondos de la Unión Europea que recibió para formación de parados. Duran asegura que no estaba al corriente de ese hecho y por eso se desmarca de una dimisión.

Las relaciones entre Unió y ERC ya empeoraron, de hecho, durante las negociaciones para formalizar el acuerdo de estabilidad del Ejecutivo. Los republicanos siempre tuvieron la sensación de que el democristiano, que expresó ya entonces su deseo de frenar la ola soberanista, entorpecía las conversaciones para forzar un acercamiento al PSC o incluso al PP. El propio Duran pugnó con Esquerra durante la composición del Gobierno para que su partido no se viera relegado y mantuviera, como al final fue, tres consejerías. La tensión podría aumentar si finalmente ERC se suma a la petición del PSC de pedir al Ejecutivo explicaciones en el Parlamento catalán sobre el acuerdo con la Fiscalía.

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