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El 73% de los cursos eran irregulares

Las anomalías más frecuentes fueron la falsificación o la sustitución de firmas de estudiantes

Las academias de Fidel Pallarols realizaron 220 cursos de formación para parados entre 1994 y 1999 por los que la Generalitat pagó 8,8 millones de euros procedentes de la Unión Europea. 162 de esos cursos fueron irregulares, según un informe de la Guardia Civil entregado a la juez del caso en 2004 tras tomar declaración a 815 alumnos, el 10% del total. Unió ha reconocido que usó el dinero de estos cursos, que venía de fondos de la UE, para financiarse.

Las anomalías más frecuentes fueron la falsificación o sustitución de firmas de los estudiantes, la alteración de las fechas de asistencia a los cursos o la inclusión de alumnos en listados sin que ellos lo supieran y sin que hubieran acudido. En otros casos, se les dio de baja al día siguiente de empezar las clases porque habían encontrado trabajo, algo que desmintieron los afectados a la Guardia Civil.

Algunos alumnos no cumplían los requisitos exigidos para recibir esa formación, no se les entregó ningún certificado de asistencia o se hicieron varios cursos en la misma aula. Los alumnos también explicaron que se incumplía el programa lectivo, que el nivel de los profesores era muy bajo, que existían cambios frecuentes y que faltaba material didáctico.

Un informe de la Sindicatura de Cuentas de 2007 también constató la falta de un control riguroso sobre los cursos de formación en los años 90, con el Gobierno de Jordi Pujol. Entre otras anomalías se dice que la Generalitat exigió a Pallerols que devolviera 1,2 millones de euros ante la falta de justificación de gastos. No se retornó ni un céntimo.

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