Sin acuerdo para la basura de Granada

El conflicto entre los trabajadores del servicio de recogida de residuos y limpieza viaria de Granada y la empresa se ha enquistado. Inagra, concesionaria del servicio, ve “desproporcionada” e “injustificada” la huelga indefinida, por la que se acumulan ya cerca de 500 toneladas de basura en la capital. La empresa y los trabajadores mantuvieron ayer varios encuentros, aunque concluyeron sin acuerdos.

La dirección insiste en que hay que rebajar 3,3 millones de euros por su plan de ajuste y propone la congelación salarial de 2012, una bajada del 5% para 2013, subir el IPC real en 2014 y 2015 y aplicar la jornada de 37,5 horas. Eso es imprescindible, dice, para garantizar la estabilidad de los 540 puestos de trabajo.

Pero el comité de empresa no está dispuesto a asumir una nueva bajada de sueldo. Primero pide a Inagra que demuestre que tiene que rebajar esos 3,3 millones de euros, ya que recuerdan que cuando se redujo el contrato municipal en 2010 el presupuesto descendió en 7,8 millones anuales, que asumieron con una bajada del 7,5% de su salario los trabajadores para evitar un ERE. Por eso, dice el presidente del comité, Eduardo Aragón (CGT), no van a aceptar que la plantilla “pague de nuevo el plan de ajuste”.

La reducción ahora del 5% supondría una bajada media mensual de sueldo de entre 75 y 100 euros, según el director de Recursos Humanos, José Antonio Pérez, que considera “totalmente asumible” la propuesta. Las retribuciones de la plantilla oscilan, según Inagra, entre los 30.300 euros brutos anuales del peón de limpieza viaria hasta los 39.400 del conductor. El presidente del comité reduce esas cifras a 24.000 en el caso del peón y a 32.000 el conductor, aunque depende de los pluses y la antigüedad.

Las partes discrepan también en la ampliación de la jornada a 37,5 horas semanales, que supondría no sumar media hora más al día, sino reducir 18 días de descanso que acumula Inagra a los trabajadores. Mientras la empresa dice que disfrutan de más de dos meses de vacaciones, los trabajadores alegan que son sus descansos acumulados, ya que ellos trabajan cinco días una semana y seis la siguiente.