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Bruselas permite a González seguir superando el límite de contaminación

La Comisión Europea concede una prórroga a la región hasta finales de 2013 Coslada y Leganés son los dos municipios con peor calidad del aire

Elena G. Sevillano

La Comunidad de Madrid podrá seguir un año más superando los límites de contaminación que prevé la legislación europea sin tener que preocuparse por las sanciones que contempla la normativa. La Comisión Europea ha decidido aceptar la petición española para conceder una prórroga a las zonas llamadas Corredor del Henares y Urbana Sur, dos de las siete en las que se divide la región a efectos de medición de la calidad del aire. En realidad, son dos los municipios —Coslada y Leganés— con elevadas concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2), un gas irritante de las vías respiratorias que procede básicamente del tráfico.

Coslada registró 47 microgramos por metro cúbico de este contaminante en 2010, el primer año en el que era obligatorio en toda Europa estar por debajo del límite legal de 40. Leganés registró 44. También Madrid capital superó el límite de dióxido de nitrógeno permitido, pero el Ayuntamiento de Ana Botella pidió la prórroga a Bruselas seis meses más tarde que el Ejecutivo entonces presidido por Esperanza Aguirre, por lo que la Comisión aún puede tardar unos meses en decidir sobre la capital. La moratoria que concede Bruselas finaliza el 31 de diciembre de 2013, según la decisión, firmada el 14 de diciembre pasado, a la que ha tenido acceso EL PAÍS.

La Directiva Europea de Calidad del Aire (2008/50) prevé hasta cinco años de prórroga para los países que demuestren que hicieron todo lo posible para cumplir los límites de contaminación antes de 2010 y que hayan aprobado planes de calidad del aire eficaces y realistas, y con un calendario de aplicación de las medidas, para ser capaces de llegar a 2015 con los deberes hechos. Son las dos condiciones que exige la Comisión para dar luz verde a las prórrogas. La moratoria de la Comunidad de Madrid, sin embargo, es solo hasta 2014, puesto que aseguró en su solicitud que para entonces ya habría conseguido estar por debajo del límite de dióxido de nitrógeno. En la misma decisión sobre Madrid, Bruselas también concede una moratoria a Granada, en este caso, hasta 2015.

La contaminación subió en 2011 a pesar de que ya se violaba la normativa

“Las autoridades españolas han facilitado unos datos sobre las concentraciones de NO2 proyectadas para 2014 que parecen razonables y realistas”, asegura el escrito, firmado por Janez Potocnik, comisario de Medio Ambiente. La legislación prevé que, mientras dure la prórroga, se sigan aplicando los valores límite con un margen de tolerancia que la directiva fija en un 20%. Es decir, si el máximo son 40 microgramos, los municipios madrileños no deberían superar los 48 microgramos de media anual durante la moratoria. Parece que lo podrán cumplir, dado que el valor más alto en los últimos cuatro años han sido los 48 microgramos en Coslada en 2009, que no han vuelto a repetirse desde entonces.

La Comisión Europea afirma en su decisión que vigilará de cerca a España y verificará que cumpla lo prometido. “Debe proporcionar cada año datos que confirmen que, en las zonas a que se refiere la presente decisión, las concentraciones no superan el valor límite anual del NO2 con el margen de tolerancia”, afirma. Y no permitirá modificaciones, al menos sin autorización previa. La prórroga tendrá que aplicarse en las mismas zonas, tal y como estaban definidas en 2010. “La Comisión debe aprobar previamente toda modificación de la delimitación de las zonas efectuada durante la prórroga”, añade.

La Comunidad de Madrid envió la petición de prórroga para el Henares y el sur en diciembre de 2011. La oficina del representante de España ante la Unión Europea remitió la documentación a Bruselas en febrero pasado.

La decisión de la Comisión señala que la primera superación del valor límite anual de NO2 se produjo en las zonas del Corredor del Henares y del sur en 2007. La Comunidad de Madrid argumentó en su solicitud de prórroga que, pese a sus intentos, no había podido reducir la contaminación antes de 2010. “Las autoridades españolas contaban con que las zonas 2 y 3 cumplieran los valores límite en 2010”, asegura el texto de Bruselas. La región culpa al tráfico: “Las fuentes se redujeron proporcionalmente y se adoptaron medidas para acercarse a una situación de conformidad; pero, como se explicaba en la notificación, el impacto de las emisiones del tráfico resultó ser mayor de lo esperado”.

“La Comisión reconoce que era probable que el valor límite para el NO2 no pudiera cumplirse antes del 1 de enero de 2010”, señala el escrito, que también considera que los planes de calidad del aire que la región ha elaborado para estas dos zonas son lo suficientemente realistas como para permitirle seguir estando por encima del límite hasta 2014.

En su solicitud de prórroga, la Comunidad de Madrid culpaba al tráfico de la capital de los malos humos de Coslada y Leganés. En el plan de calidad del aire para el Corredor del Henares, el Ejecutivo regional argumentaba que los gases procedentes de Madrid ciudad “son responsables del 59%” de la concentración de dióxido de nitrógeno. Añadía que, además, el 13% procede del exterior de la región, es decir, solo entraría en su competencia el 28% de la polución. En Leganés, el informe culpaba a la boina madrileña del 76% de su contaminación.

Los datos de la red de 23 estaciones de medición de la Comunidad de Madrid muestran que en 2012 (hasta el 30 de noviembre) la calidad del aire ha mejorado con respecto al año anterior. El primer trimestre se registraron datos muy malos, pero se han corregido después, en parte gracias al tiempo, pero también debido a la crisis económica, que ha hecho descender el tráfico. El estudio anual de intensidad media de tráfico (IMD) muestra que las carreteras madrileñas acogen cada vez menos vehículos.

Sin embargo, y pese a que en 2010 la Comunidad de Madrid era consciente de que estaba incumpliendo la legislación europea, la contaminación empeoró el año siguiente. En 2011 Coslada volvió a marcar 47 microgramos de dióxido de nitrógeno, Leganés repitió con 44 y un tercer municipio, Getafe (también con 44) se unió a los que estaban por encima del límite legal de 40. “El plan de calidad del aire de la Comunidad de Madrid ha fracasado”, dijo entonces Juan Bárcena, portavoz de Ecologistas en Acción. Se refería al Plan Azul, un documento que entró en vigor en 2006 y que caducó en 2012 sin que se haya sabido nada sobre la elaboración de otro que lo sustituya.

El año empieza con aire ‘sucio’ en Getafe y en la capital

E. G. S.

El año 2013 no ha empezado bien en lo que respecta a la calidad del aire. La boina ha vuelto a colocarse sobre el cielo de la capital y la red de medición de la contaminación lleva días registrando valores muy altos de dióxido de nitrógeno (NO2, un gas que procede en su mayor parte de los tubos de escape de los coches y que, cuando hay estabilidad atmosférica, no se disipa. Es lo que está sucediendo desde el jueves pasado. El anticiclón que se ha instalado sobre Madrid evita la renovación del aire y la contaminación sube. Y ello, “sin que se registre ninguna actividad de los responsables políticos para paliarlo”, aseguró ayer Ecologistas en Acción en un comunicado.

Esta organización ha recopilado datos de la red de medición municipal según los cuales, en lo que llevamos de año, estaciones como la del barrio del Pilar han superado ya cinco veces los 200 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno (el 3 de enero llegó a 306), un valor que solo se puede rebasar 18 veces al año (es decir, durante 18 horas). Otras estaciones “preocupantes” son Sanchinarro, Fernández Ladreda (plaza Elíptica) y, fuera de la capital, Getafe, todas ellas con cuatro superaciones de 200. “No observamos actitudes decididas por parte de la Corporación municipal, ni tampoco del Gobierno regional, para cumplir las exigencias legales de la Unión Europea, lo que es injustificable si tenemos en cuenta los importantes daños que esta contaminación provoca sobre la salud”, señala, y apunta al “escaso interés por un asunto que puede ser determinante para el objetivo del Gobierno municipal de conseguir la designación como futura sede de las olimpiadas”.

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Sobre la firma

Elena G. Sevillano
Es corresponsal de EL PAÍS en Alemania. Antes se ocupó de la información judicial y económica y formó parte del equipo de Investigación. Como especialista en sanidad, siguió la crisis del coronavirus y coescribió el libro Estado de Alarma (Península, 2020). Es licenciada en Traducción y en Periodismo por la UPF y máster de Periodismo UAM/El País.

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