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La Comunidad intenta frenar la huelga de metro que coincide con la Cabalgata

La asamblea de trabajadores de la mañana vota huelga indefinida a partir del 17 También ratifica con un margen muy estrecho los paros de los días 4 y 5 Habrá que esperar a la votación de la tarde para saber si se llevarán a cabo

Pilar Álvarez
Aglomeraciones en el metro durante uno de los paros de estas navidades.
Aglomeraciones en el metro durante uno de los paros de estas navidades.SAMUEL SÁNCHEZ

El encuentro se produjo el 28 de diciembre, el día de los Santos Inocentes. El objetivo era frenar el paro previsto en Nochevieja y las dos huelgas de 24 horas convocadas en Metro para los días 4 y 5 de enero, víspera de Reyes y tarde en la que desfila la Cabalgata municipal de Madrid por el centro de la ciudad. No hubo suerte. El día 31 el servicio funcionó a medio gas y hubo protesta y, si no hay novedades, volverá a haberlas durante el último fin de semana de las vacaciones navideñas.

El viceconsejero de Transportes e Infraestructuras, Borja Carabante, convocó el viernes 28 por la tarde a los tres principales sindicatos de Metro (Conductores, UGT y CC OO) a un encuentro que debía ser secreto y con un objetivo: liquidar la protesta que dura ya cinco meses. Transportes calcula que las pérdidas derivadas de todos los paros de 2012, incluidas las dos huelgas generales, superan los 5,5 millones de euros. El cálculo incluye los ingresos perdidos por billetes no vendidos (con 1,4 millones de viajeros menos solo en diciembre), pero no lo que ahorran al descontar los sueldos de los huelguistas.

Los Reyes llegan en plena huelga

  • Metro ha fijado sin acuerdo los servicios mínimos para las dos protestas previstas a partir del viernes. El día 4 serán de 37% mientras que el 5 alcanzarán el 80% por la Cabalgata de Reyes, según anuncia la empresa en su web.
  • El día 5 serán del 32% entre las 6.00 y las 17.00. Desde ese momento hasta las 22.00 llegarán al 80%. Entre las líneas afectadas por el recorrido (2, 4, 5 y 10) llegarán a circular hasta un 93% de los trenes.
  • Los trabajadores están convocados hoy en asamblea para votar una nueva convocatoria de paros parciales los días 17 y 23 de enero.

Carabante —acompañado del consejero delegado de Metro, Ignacio González Velayos, y del responsable de Recursos Humanos de la empresa pública del suburbano— citó a los representantes de las tres centrales por separado 10 días después de que el comité de empresa de Metro pidiera un encuentro conjunto con el consejero de Transportes, Pablo Cavero. El 19 de diciembre le reclamaron una reunión por carta “como máximo responsable del Consorcio de Transportes”. Querían denunciar “una tensa relación” con la dirección de la empresa pública del suburbano por el “incumplimiento” del convenio colectivo.

Según fuentes sindicales, el viceconsejero reconoció a las centrales que existe una deuda con los trabajadores de Metro por ese incumplimiento, aunque añadió que no hay dinero para hacer frente a ese pago “al menos” hasta 2015. Carabante propuso ligar ese pago a un posible incremento de la demanda de viajeros, una cifra que cae en picado desde el inicio de la crisis en 2008. Propuso desconvocar los paros y comparecer ante la opinión pública para “hacerse una foto” anunciando el fin del conflicto, explican desde los sindicatos.

Una portavoz oficial de la Consejería de Transportes admitió ayer que se produjo ese encuentro “para conocer las reivindicaciones” de los trabajadores y “escuchar lo que los sindicatos tenían que plantear” tras su petición de una reunión con Cavero. Según esta portavoz, Carabante no reconoció ninguna deuda ni se comprometió a nada concreto con ellos porque se trataba de un encuentro informal del que no se levantó acta. Lo que no aclaran desde la consejería es por qué este encuentro se produjo solo con tres sindicatos y por separado, en lugar de reunir al comité de empresa—formado por el Sindicato de Conductores, UGT, CC OO, Solidaridad Obrera, Sindicato Libre y Sindicato de Técnicos— que formalmente había pedido la reunión con la consejería.

Lejos de amainar, la protesta de los trabajadores de Metro parece recrudecerse con la llegada de 2013. Los trabajadores están convocados hoy a dos nuevas asambleas para ratificar las huelgas del fin de semana y fijar nuevos paros desde mediados de enero. La previsión es sumarse a los paros de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) los días 17 y 23, y convocar dos manifestaciones en esas fechas.

En la asamblea de la mañana, celebrada en las instalaciones de plaza de Castilla, los trabajadores de la mañana han aprobado mayoritariamente llevar a cabo una huelga indefinida a partir del día 17 de enero, con paros parciales de tres horas de seis a nueva de la mañana y de seis a nueve de la tarde. También han ratificado por un pequeño margen — 171 a favor y 169 en contra, según fuentes sindicales— los paros de los días 4 y 5. Habrá que esperar a la votación de la asamblea de la tarde, que arranca a las seis, para conocer si las dos opciones siguen en pie. El motivo por el cual hay dudas en torno a los paros del día 4 y del 5 es que los servicios mínimos de la víspera de Reyes, coincidiendo con la cabalgada, son muy altos.

Los trabajadores de Metro y EMT arrancaron en septiembre su protesta contra el real decreto aprobado en julio por el Gobierno de Mariano Rajoy, que elimina la paga extraordinaria de diciembre a todos los empleados públicos. Según los sindicatos de Metro, en su caso no solo se resta esa paga, sino que la empresa contabiliza distintos pluses contemplados en la nómina que aumentan la cantidad final. Un trabajador del suburbano perdió una media de 2.500 euros en 2012 por este recorte y uno de la EMT unos 1.600, según sus estimaciones.

Tras los paros en septiembre y octubre y una sola jornada en noviembre, que coincidió con la huelga general del día 14, volvieron a convocar 10 jornadas de paros parciales en diciembre y sumaron un nuevo motivo de queja: el incumplimiento del convenio colectivo. Y ahí se abre otro nuevo frente de posible conflicto.

El acuerdo caducó el 31 de diciembre de 2012 y sindicatos y Metro tienen que negociar uno nuevo sin que, según las centrales, se haya aplicado y respetado el anterior. Los empleados de Metro dejaron de percibir los incrementos salariales pactados en su convenio a partir de 2011. Eso supone otros 16,5 millones de euros más de deuda, según los cálculos de los sindicatos. Una portavoz de Metro justifica que ese dinero se ha retirado a todos los empleados públicos tras la congelación de los presupuestos, por lo que no reconocen deuda alguna.

Metro se ha aferrado durante este tiempo a que no se pueden negociar medidas que vienen impuestas desde el Gobierno central y que afectan a todos los empleados públicos. Los trabajadores de Metro piden a la empresa que actúe como otras entidades públicas que han buscado alternativas para devolver a sus trabajadores lo perdido de la paga extraordinaria. En algunos casos, el Tribunal Constitucional ha frenado este tipo de iniciativas, como ha ocurrido con los trabajadores del Gobierno vasco.

Los empleados de Metro ya han perdido la paga extraordinaria de diciembre de 2012 y amenazan con convocar movilizaciones por el incumplimiento del convenio. “No vamos a parar después de lo que llevamos ya, porque otros trabajadores nos están mirando”, señala Teodoro Piñuelas, de UGT. “¿Para qué vamos a firmar uno nuevo si luego vemos que se puede vulnerar?”, añade Ignacio Arribas, de CC OO.

Los dos paros de 24 horas convocados los días 4 y 5 de enero suponen las primeras protestas del año. Los servicios mínimos no fueron acordados entre Metro y el comité de huelga. Superarán el 90% en cuatro líneas del centro de la ciudad afectadas por el recorrido de la Cabalgata de Reyes del día 5 desde las cinco de la tarde a las 10 de la noche. “Esos porcentajes son una provocación, nunca se han fijado tan altos”, considera Enrique Girón, representante del mayoritario Sindicato de Conductores. “Lo llevaremos a los tribunales y lo ganaremos, pero para entonces ya nadie se acordará de esto”.

Metro y la Comunidad de Madrid han acusado desde el inicio a los sindicatos de “coaccionar” a los ciudadanos con estas protestas y piden una marcha atrás. El peor episodio tuvo lugar el pasado 14 de diciembre, cuando más de 600 viajeros se quedaron atrapados en un túnel de la línea 8 (la que va al aeropuerto) entre las estaciones de Colombia y Nuevos Ministerios por la activación reiterada del freno de emergencia con el tren en marcha, según denunciaron tanto Metro como la Consejería de Transportes e Infraestructuras.

Ambas aludieron a “sabotaje sindical” pero no aportaron pruebas ni facilitaron a este periódico la denuncia policial en la que aseguran que recogen esos hechos. Los sindicatos respondieron condenando y desmarcándose de lo ocurrido. Una portavoz de Metro señaló ayer que el viernes se enviaron las últimas cintas con imágenes al juzgado y que, en paralelo, se ha abierto una investigación interna en la que están citando a empleados del suburbano. Aún no han localizado a ningún responsable, según la citada portavoz.

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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