Dos carreteras catalanas y una estatal, los tres puntos negros de la comunidad

Hay tres vías que traen especialmente de cabeza al Servicio Catalán de Tráfico (SCT): la N-II, la C-55 y la C-25. Las tres sumaron el año pasado 35 muertos, lo que las hace los puntos negros de las carreteras catalanas. En dos casos, C-55 y la C-25, la competencia es autonómica, mientras que la N-II es de competencia estatal. En la presentación del balance de siniestralidad del año pasado, el director del SCT, Joan Aregio, admitió que “es evidente que la infraestructura tiene peso” en los accidentes de la Nacional II, que sigue en obras que dependen del Estado. Aregio no apuntó un motivo concreto en las otras dos carreteras, en las que sí tiene competencia la Generalitat.

Las cifras reflejan que las víctimas mortales se multiplicaron alarmantemente tanto en la C-55, que pasó de 3 muertos en 2011 a 15 en 2012, como en la C-25, que aumentó de las 4 víctimas de 2011 a las 10 del año pasado. En la N-II se produjo una víctima mortal menos respecto al año anterior (de 16 a 15). Los heridos graves, sin embargo, descendieron en las tres carreteras.

A pesar de eso, los números generales apuntan a un descenso de más del 4% de las víctimas mortales a volante en Cataluña (de 205 a 196). Una reducción que llega al 20% si se compara con 2010 (246). Los heridos graves (que necesitan un ingreso hospitalario de al menos 24 horas), en cambio, crecieron el año pasado un 21% respecto al mismo periodo del año anterior.

Algo que se explica en parte por el aumento del 5% de los accidentes mortales, graves o leves (7.606). “Se ensancha la base, pero se reducen sus efectos más graves”, sostuvo Aregio. El director del SCT detalló algunas tendencias constantes durante el año pasado en las carreteras catalanas, como un aumento (2%) de la velocidad en hora punta en los accesos a Barcelona, una mayor ocupación de los vehículos y una ligera (1,26%) disminución del uso del cinturón de seguridad. “Preocupan que se flexibilicen las medidas de protección pasiva”, lamentó Aregio.

El año pasado se duplicaron los peatones muertos víctimas de un atropello (de 9 a 18). “Hay que tener una especial prudencia en deambular a pie o al salir del coche”, pidió ayer Aregio, que a su vez recordó a los conductores que los viandantes son los más “débiles” en la carretera, por lo que solicitó un “especial cuidado”.

También crecieron casi en un 60% los accidentes mortales por salidas de vía (de 26 a 41), que Aregio atribuyó a un repunte de la velocidad media, a las condiciones de los vehículos, a los que sobre todo se les cambia menos los neumáticos, y, en menor importancia, a las condiciones de la vía. “No han cambiado tanto”, aseguró. Asimismo, recordó que en el año pasado descendieron un 65% las víctimas mortales en accidentes en los que el vehículo topó contra algún obstáculo en la vía.

Las víctimas y heridos graves que viajaban en furgoneta crecieron un 30%, y en un 40% en los casos de los ciclistas. “La persona es la que puede hacer más para evitar un accidente”, recalcó Aregio, acompañado del consejero de Interior, Ramon Espadaler. Este celebró que el mes de diciembre, con 7 víctimas mortales, haya sido el mejor de todos los que se tienen estadísticas en Cataluña. También avanzó que pedirá la restitución de la comisión de Seguridad Viaria en el Parlament.