Boiro se suma a los encierros de afectados por preferentes

Un grupo de unos 80 afectados por las participaciones preferentes inició ayer un encierro indefinido en el ayuntamiento coruñés de Boiro para reclamar la devolución íntegra de su dinero. Con esta protesta se unen a los encierros que han realizado otros afectados en las casas consistoriales de O Rosal y de Gondomar y a las acampadas frente a los cajeros de Novagalicia Banco en Cangas do Morrazo y Moaña.

Santos Saborido, portavoz de la plataforma de Arousa Norte, aseguró que este tipo de acciones serán habituales a partir de ahora si el gobierno no rectifica. “Quien robó primero fueron los bancos y ahora quiere robar el Gobierno”. Una quita que hará que este colectivo pierda “el 40% de sus ahorros” y le devuelvan el 60% restante en “unos papelitos que no valen para nada”, añadió este portavoz, quien afirma que la conversión de ese último porcentaje en productos como acciones puede llevar a que los afectados pierdan todo el dinero que invirtieron en preferentes. El grupo de Boiro se ha organizado en turnos de cinco personas, para mantener el encierro durante las 24 horas del día. Además miembros de esta plataforma entregaron en diferentes ayuntamientos un escrito dirigido a los alcaldes para saber “de qué lado están”.

Por su parte, algunos afectados de la zona de Ferrolterra continuarán hasta el día 30 la huelga de hambre que iniciaron por turnos para reclamar la devolución “del 100%” de sus ahorros. La acción reivindicativa se desarrolla en el local social de Santa Mariña do Vilar, en Ferrol. La primera persona que desarrolló la huelga de hambre, Manuel Cebral, la prolongó durante 48 horas, el día de Nochebuena y el de Navidad, y ayer fue sustituido por Xulio Prieto, que la mantendrá durante 24 horas. "Todo el mundo reconoce que fue una estafa, pues que paguen los que la hicieron", señaló una de las afectadas, que también criticó que la vía del arbitraje esté “practicamente parada” porque se ha reducido un 60% desde las elecciones gallegas de octu

Xulio Prieto, uno de los afectados de la zona de As Pontes, ha denunciado que en la localidad hay muchas personas "que tienen miedo a protestar por las promesas que les pudieron realizar o por vergüenza", pese a que se producen situaciones "muy graves".